A sus 35 años, Geoffrey Soupe ha logrado hoy su primera victoria en una gran vuelta. El ciclista francés del TotalEnergies ha dado hoy la sorpresa en el sprint final en Oliva en la séptima etapa de la Vuelta. La llegada ha sido un tanto caótica, por una serie de caídas y una curva a 300 metros en la que el hasta ahora gran dominador de las volatas, Kaden Groves, entró muy atrás. Acostumbrados a contar victorias de jóvenes promesas, es muy bonito también relatar triunfos de viejos rockeros, sobre todo, cuando no están habituados a ganar.
Hasta ahora, las tres únicas victorias de Soupe habían sido en la Tropicale Amissa Bongo, en la que ganó una etapa en 2011 y se llevó este año la general y otro triunfo parcial. Hoy ha logrado la victoria de su vida ante el venezolano Orluis Alberto Aular, del Caja Rural, que ha estado a punto de lograr el triunfo. El gran vencedor del día ha contado muy feliz en la entrevista en meta que ya sabía lo que era que ganara una etapa un compañero de equipo, Nacer Bouhanni cuando él estaba en el Cofidis, y que ya eso era mucha adrenalina, pero que vencer es increíble, indescriptible. Además, ha contado que ayer se encontraba mal, con algún tipo de virus, y que ganar hoy era algo que no esperaba en absoluto. Chapeau.
El día de hoy ha sido tranquilo para los hombres de la general. Bueno, no todos. Los dos líderes del Ineos se han ido al suelo hoy. Geraint Thomas sufrió una caída fuerte al comienzo de la etapa. Tardó, pero pudo reintegrarse al pelotón. Más grave es la caída que sufrió Thymen Arensman a falta de cinco kilómetros, que le ha obligado a abandonar la carrera. Las imágenes dan auténticos escalofríos. Ojalá tenga una rápida recuperación. En esa caída también se vio envuelto Alberto Dainese, uno de los velocistas que buscaba el triunfo de etapa.
Antes, a diez de meta, quien se fue al suelo fue Sepp Kuss, segundo en la general y uno de los hombres que más está dando que hablar después de entrar en la fuga de ayer, ganar la etapa y convertirse en la tercera baza para la general de su equipo, el todopoderoso Jumbo-Visma. Uno de sus líderes, Jonas Vingegaard, ha arañado dos segundos en el sprint bonificado, donde entró tercero.
Los otros dos nombres del día son los de Ander Okamika (Burgos BH) y de José Herrada (Cofidis), los dos únicos que se han animado a entrar en la fuga.
Mañana cambia el escenario de la carrera con una jornada de montaña con cinco puertos. El último, Xorret de Catí, de primera categoría. Es muy corto, un poco menos de cuatro kilómetros, pero tiene rampas de hasta el 22%. Puede ser un escenario donde ver batalla entre los favoritos, aunque da la sensación de que todas las miradas están ya puestas en la contrarreloj del martes en Valladolid.
Lenny Martínez, al que en Francia llaman Le Petit Prince des Cimes, el principito de las montañas, llega al fin de semana montañoso de la Vuelta vestido de rojo. Cuenta con ocho segundos de ventaja sobre Kuss, al que parece que la caída de hoy no le ha dejado grandes heridas. El ciclista estadounidense cuenta con más de dos minutos y medio de ventaja respecto a los favoritos a la victoria de la carrera. Remco Evenepoel está a 2:47 del líder. La presencia del tercer ciclista en discordia del Jumbo-Visma da aún más juego al equipo neerlandés, que cuenta con Primoz Roglic y Jonas Vingegaard como los dos hombres de referencia de la carrera. Aún no está claro, de hecho, quién de los dos es el jefe de filas del equipo más fuerte de la carrera, al que tendrán que intentar desbancar el Emirates de Juan Ayuso, el Movistar de Enric Mas y, claro, el Soudal-Quick Step de Evenepoel.
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