El Trofeo Alfredo Binda disputado hoy un día después de la Milán-San Remo, el primer monumento de la temporada del ciclismo masculino, no es una carrera más. Se trata de la prueba de ciclismo femenino con las ediciones y una de las más prestigiosas. La clásica se ha resuelto en un sprint reducido y no por falta de ataques antes de ese desenlace, en el que la italiana Elisa Balsamo se ha impuesto a la campeona del mundo, la belga Lotte Kopecky. Es la tercera victoria del año de Balsamo tras las dos etapas que ganó en la Setmana Ciclista Valenciana.
Se han sucedido los ataques en la parte final de la prueba. Fisher-Black y Pieterse abrieron camino, pero fueron neutralizadas a algo más de 20 kilómetros de meta. En Orino, la última ascensión del día, lo probó Kastelijn y luego de nuevo Fisher Black. Fueron intentos en solitario que no cuajaron, como tampoco lo hizo el de Mareille Meijering, quien estuvo más cerca de sorprender la grupo y sólo fue cazada a un kilómetro del final.
La volata final muy ajustada y, por la mínima, Balsamo se impuso a Kopecky.
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