Vos hace historia y Jorgenson gana en el nombre de Van Aert


En el ciclismo, como en la vida, la suerte juega un papel mucho más importante del que nos gusta reconocer. En especial, la mala suerte. Un ciclista puede preparar a conciencia una carrera, tener controlado todo lo que está en su mano, pero luego sufrir un inesperado problema mecánico o una caída y ver sus planes truncados de golpe. Así es el ciclismo. Así es la vida. Faltaban 67 kilómetros para el final de Dwars Door Vlaanderen, en español, A Través de Flandes, la última clásica previa al Tour de Flandes, cuando se produjo una caída terrible. Wout Van Aert, quizá el gran favorito a la victoria, se fue al suelo y tuvo que abandonar en ambulancia la carrera. A la espera de más noticias sobre el alcance de sus lesiones, el belga se ve forzado a decir adiós al segundo monumento del año el próximo domingo. 

También Mads Pedersen y Jasper Stuyven, otros dos grandes candidatos a la victoria, se vieron envueltos en la caída. Fue el instante decisivo de la prueba. Por entonces, los supervivientes de la fuga, compuesta por Abrahamsen, De Bondt, De Pooter, Eenkhorn, Gachignard, Grondin, Jansen Märkl, Norsgaard, Casper Pedersen y Vercouillie, seguían en cabeza pero con muy poca ventaja ya. Antes de ese instante de la caída, el Lidl-Trek de Mads Pedersen, el Groupama-FDJ de Laurence Pithie, otro favorito que quedó fuera de la lucha por la victoria, y el Visma-Lease a Bike de Wout Van Aert habían asumido la responsabilidad al frente del gran grupo.

Descartados muchos de los favoritos a la victoria final por culpa de la caída, dos ciclistas del Visma (Matteo Jorgenson y Tiesj Benoot), dos del EF (Alberto Bettiol y Michael Valgren) y Stefan Küng (Groupama-FDJ) abrieron camino tras la confusión causada por la montonera. Joshua Tarling (Ineos) saltó a por ellos en solitario y se sumó a la fiesta. A 22 kilómetros atacó Bettiol en Nokereberg. Poco después sufrió calambres y se despidió de todas sus oportunidades. Una vez más las sorpresas inesperadas, los cambios de guión, la vida misma.  

Tras varios ataques de Benoot, a siete kilómetros se fue en solitario Jorgenson en uno de esos demarrajes que transmiten desde el principio la sensación de que es el definitivo. Nadie vio ya al estadounidense hasta la meta. Jorgenson, ganador de la París-Niza, sumó así la victoria en el nombre de su líder Van Aert y redondea un comienzo de temporada excelso. Jonas Abrahamsen ganó el sprint del grupo perseguidor y fue segundo, mientras que Stefan Küng, tercero, completó el podio final de una carrera con un desenlace inesperado, porque nunca está nada escrito en el ciclismo ni en la vida. 



En la prueba femenina de la A Través de Flandes, la carrera tuvo que ser neutralizada durante cerca de media hora por un accidente entre dos coches en la carrera masculina. El Lidl-Trek tomó la responsabilidad. Gracias sobre todo al ritmo de Elisa Longo Borghini se formó un sexteto delantero. Junto a la italiana, y su compañera de equipo Shirin Van Anrooij quedaron en cabeza Lotte Kopecky, Marianne Vos, Letizia Paternoster y Puck Pieterse


El Lidl-Trek tenía dos corredoras en ese grupo de seis, pero sabía bien que ninguna de las dos era la más rápida. Por eso, estaban obligadas a atacar. Saltó Van Anrooij y se soldó a su rueda Vos, legendaria corredora neerlandesa con más punta de velocidad que ella. A falta de unos cinco kilómetros para el final, Longo Borghini atacó desde el grupo perseguidor, en un movimiento que parecía difícil de entender dado que tenía a su compañera Van Anrooij por delante.  Esto provocó que se redujera la distancia del dúo delantero. La campeona de Italia no pudo descolgar a Paternoster, pero no cejó en su empeño. Por detrás quedaron Kopecky y Pieterse. Fue un final precioso, con tres dúos de corredoras escalonadas a una distancia muy reducida. Apenas diez segundos sacaban Van Anrooij y Vos a sus perseguidoras. A dos kilómetro, cuando la distancia era de siete segundos,  atacó Kopecky. Fue alcanzada y no tuvieron opción de dar caza al dúo delantero. 


Marianne Vos impuso su punta de velocidad en meta y se llevó la victoria ante Van Anrooij. Es la victoria 250 de la ciclista neerlandesa en su excepcional trayectoria deportiva. Una corredora de leyenda. Suma y sigue Vos. Sensacional, portentosa, histórica. Ha redondeado así un día glorioso para el Visma, con triunfo en las pruebas masculina y femenina, pero también triste, por la caída de Van Aert. De nuevo, sí, el ciclismo ha sido hoy tan real como la vida. 

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