Cada fase de la temporada ciclista, cada tipo de carrera y cada disciplina tiene su encanto, pero no hay nada como las clásicas. La primavera ciclista es única y hoy, con la E3 Harelbeke, ahora conocida como E3 Saxo Classic por obra y gracia del patrocinio, lo ha vuelto a demostrar. Ha sido una carrera preciosa que nos ha regalado el enésimo duelo entre Mathieu Van der Poel y Wout Van Aert, una de las mayores y más bellas rivalidades del ciclismo, en el que se ha vuelto a imponer el corredor neerlandés.
El de hoy era el primer cara a cara de la temporada de ciclismo en ruta entre los dos. La fiesta empezó muy, muy lejos de meta, como suele suceder en las clásicas. Cuando marchaban por delante Abrahamsen, Cavagna, De Pestel, Herzog, Le Berré, Märkl, Milesi, Oliveira, Steimle y Vermoote, miembros de la escapada de salida, a falta todavía de 80 kilómetros de meta, llegó el primer ataque de Van der Poel. No cuajó, como tampoco lo hizo el movimiento de Julian Alaphilippe poco después. Luego saltó Mads Pedersen, sin duda, uno de los ciclistas más en forma de este comienzo de temporada, aunque no ha podido estar en la pomada en la fase final.
A 66 kilómetros del final de nuevo saltó Van der Poel. Se formó un grupo de siete ciclistas en cabeza. Junto a Van der Poel, quedaron por delante Wout Van Aert, Matteo Jorgenson, Biniam Girmay, Jhonatan Narváez, Mads Pedersen y Oier Lazcano, que ha vuelto a estar entre los mejores demostrando que estamos ante el mejor clasicómano español desde los tiempos de Flecha. No terminaron de colaborar y llegaron más corredores a su altura. Se sucedieron los ataques. A 50 kilómetros del final hubo un corte de mucho nivel en el que no entró el Lidl-Trek de Pedersen, que trabajó en bloque para echar abajo la fuga.
Lazkano, enorme, se fue en solitario hacia adelante a 47 kilómetros de meta. Fue su último gran intento. Lo dio todo. Van Aert sufrió una caída en el Paterberg, el momento clave de la carrera. A más de 40 del final se fue sólo Van der Poel y ahí sentenció la carrera. Poco después, recuperado ya de su caída, intentó llegar a su altura en solitario Van Aert. El belga llegó a estar a apenas 15 segundos del neerlandés, pero terminó reventado. Van der Poel aceleró la marcha y fue imposible. Terminó llegando a meta con tiempo más que de sobra para saborear la victoria, que celebró poniéndose de pie sobre sus pedales. Inmensa victoria, una más.
La segunda plaza fue para Jasper Stuyven, que llegó a la altura de Van Aert. Ni siquiera pudo el corredor del Visma disputarle a Stuyven la segunda plaza. Llegó con la fuerza justa, extenuado tras darlo todo en un nuevo duelo contra su archienemigo Van der Poel. Qué gran día de ciclismo, bendito ciclismo moderno.
Mañana se disputará la etapa reina de la prueba catalana, con cinco puertos, incluido el impresionante Coll de Pradell, de categoría especial. Tadej Pogacar llega a la etapa como líder indiscutible, mientras que Mikel Landa intentará conservar la segunda plaza de la general.
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