Previa del Giro de Italia

 

Este sábado, 4 de mayo, echa a rodar la 107º edición del Giro de Italia. Lo habitual en las previas de cualquier carrera es enumerar una lista de los favoritos a la victoria, pero lo cierto es que en este caso no hay tal lista de favoritos en plural. Hay un favorito y varios candidatos a hacer podio. Un ciclista que, salvo sorpresa mayúscula, lo tiene todo a su favor para ganar la carrera y otros que saben que, en condiciones normales, tienen poco que hacer ante él. Eso sí, el futuro nunca está escrito, hay 21 etapas por correr, 3.384 kilómetros, muchos puertos por ascender, muchas situaciones de carrera que superar en tres semanas de ciclismo. Pero sería mentir no decir que Tadej Pogacar es superfavorito a ganar su primer Giro.


Nadie contempla un escenario distinto a una victoria del ciclista esloveno. La presencia de Pogacar es una noticia sensacional para el Giro, necesitado estos últimos años de atraer a grandes estrellas. Allí donde está el esloveno, la atención mediática está asegurada. Falta por ver cómo afronta él la prueba, si busca arrollar desde el principio, que es un poco el modo en el que siempre corre. Porque a Pogacar no le suele valer con ganar, quiere avasallar, sumar etapas, atacar de lejos. 

¿Y aparte de Pogacar, quién? Entre los candidatos a hacer una buena general están Geraint Thomas, Daniel Felipe Martínez, Ben O’Connor, Romain Bardet, Damiano Caruso (cuarto el año pasado), Eddie Dunbar (séptimo) y Nairo Quintana. Veremos hasta donde pueden llegar ciclistas jóvenes muy talentosos como Cian Uijtdebroeks, décimo en la Vuelta el año pasado, o Antonio Tiberi.

Entre otros, no pensando en la general en principio, también son de la partida Juanpe López (que viene lleno de motivación tras ganar el Tour de los Alpes), Hugh Carthy, Esteban Chaves, Michael Woods, Domenico Pozzovivo, Lucas Plapp, Wout Poels, Alessandro De Marchi, Mauri Vansevenant, Einer Rubio y Lorenzo Fortunato. No hay que olvidar tampoco el gran plantel de velocistas de esta edición del Giro, con Fabio Jakobsen, Caleb Ewan, Fernando Gaviria, Alberto Dainese, Kaden Groves, Biniam Girmay, Tim Merlier, Olav Kooij, Laurence Pithie, Phil Bauhaus, Sam Welsford y Juan Sebastián Molano, entre otros.

Todos estos actores se enfrentarán en este escenario. Así es el recorrido del Giro de Italia, que como de costumbre se podrá ver en Eurosport.


La presencia de un puerto de segunda categoría y de una ascensión no catalogada cerca de meta animarán mucho la lucha por la primera maglia rosa de la carrera. 
No es habitual en el Giro que el primer final en alto llegue tan pronto, pero el Santuario di Oropa, con sus 11,8 kilómetros al 6,2% de desnivel medio y rampas de hasta el 13% puede ser el primer escenario de batalla entre los favoritos, o entre Pogacar y el resto de aspirantes, mejor dicho. 
La tercera etapa, con final en Fossano, es la primera propicia para los velocistas. 
Nueva oportunidad para las volatas en Andora. 
La quinta etapa incluye varias ascensiones menores, pero también parece un día en el que el desenlace puede ser al sprint. Eso sí, hay una subida de cuarta categoría relativamente cerca de meta. 
Más gracia tiene la sexta etapa, con un desnivel acumulado de 1.900 metros y un constante sube y baja que puede invitar a buscadores de la gloria a ponérselo difícil a los equipos de los hombres rápidos. 

La séptima etapa será importante en la lucha por la general. Una contrarreloj, casi, casi de las de antes, con 40,6 kilómetros de recorrido. 

El segundo fin de semana de carrera trae la primera gran etapa de montaña. Sólo 152 kilómetros de recorrido, cierto, pero con 3.850 metros de desnivel y final en Prati di Tivo, de primera categoría, con 14,6 kilómetros de subida al 7% y rampas de hasta el el 12%. Día para los favoritos. 

Antes del primer día de descanso, el Giro llegará a Nápoles tras un recorrido sin excesivas complicaciones, pero sí alguna que otra subidita. 
A los ciclistas no les suele gustar que después del primer día de descanso se incluya una etapa de montaña. A los aficionados, sí, porque la hace aún más imprevisible y su dureza, viniendo del día de descanso, puede hacer aún más diferencias. La décima etapa, que se disputará el martes 14 de mayo, está catalogada con apenas tres estrellas, pero incluye dos puertos, incluido el final, Cusano Mutri, con 17,9 kilómetros al 5,6% y rampas de hasta el 10%, de primera categoría. 

La calma, relativa, al menos, llegará con la llana etapa 11.
La etapa 12 será la clásica jornada rompepiernas en la que si una escapada numerosa triunfa tendrá opciones de disputarse la victoria, porque la dureza del recorrido jugaría a su favor. Todo dependerá, claro, del control de los equipos de los velocistas. 


La etapa más llana de este Giro. Planicie absoluta. Sprint asegurado. 
El sábado 18 de mayo es otro día marcado en el libro de ruta porque se disputará la segunda contrarreloj de este Giro, con un recorrido de 31,2 kilómetros en el que puede haber diferencias. 
El Giro despedirá su segunda semana con una jornada de alta montaña, con un desnivel acumulado de 5.400 metros y un recorrido de 222 kilómetros. Etapa de las que engrandecen la corsa rosa. Los corredores subirán tres puertos de primera, uno de segunda y otro de tercera. Final durísimo en Livigno, con rampas de hasta el 19%.  
El martes 21 de mayo, tras el segundo y último día de descanso, la carrera se reanuda con una etapa también durísima, 202 kilómetros y un desnivel acumulado de 4.350 metros. Se subirá el mítico Stelvio, aunque muy lejos de mete, antes de la ascensión final a Santa Cristina Val Gardena donde concluirá la etapa. 
Nuevo tappone montañoso al día siguiente, con cinco puertos, incluido el encadenado final con una doble ascensión al Passo Brocon, de primera categoría. 

Etapa de transición en la jornada 18, propicia para una fuga consentida. 
La etapa 19, antepenúltima jornada de este Giro, tendrá como punto fuerte la larga ascensión final a la Cima Sappada. 

Es altamente probable que para cuando el Giro llegue a esta penúltima etapa todo esté decidido, sobre todo, si Pogacar sigue en carrera y no ha tenido ningún infortunio. En cualquier caso, para todo lo que quede por decidir, esta etapa 20 que sé correrá el sábado 25 de mayo es de esas que conviene seguir desde la salida. 184 kilómetros y un desnivel acumulado de 4.200 metros con tres literatos, incluidas dos ascensiones al Monte Grappa, de primera categoría, con sus 18,1 kilómetros al 8,1% de desnivel medio y rampas de hasta el 14%. 

Roma, la ciudad eterna, volverá a acoger el final del Giro en una etapa final que servirá para ver la última volata de la carrera y, por supuesto, para homenajear a los supervivientes y en especial al ganador. 



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