Un emocionante circuito con meta en Imola, con cuatro ascensiones a la la Cima Gallisterna y tres a Mazzolano, ha sido el escenario para el final del Giro de Italia femenino. Ha sido una etapa emocionante en la que Elisa Longo Borghini (UAE) ha certificado su segunda victoria consecutiva en la general de la corsa rosa, mientras que Liane Lippert (Movistar) ha sumado una segunda victoria de etapa. Su compañera de equipo, Marlen Reusser, y Sarah Gigante (AG-Insurance), que además ha ganado la clasificación de la montaña, han acompañado a Longo Borghini en el podio final de la carrera, que ha tenido emoción, cambios de liderato, ataques y alternativas a lo largo de una intensa semana de gran ciclismo.
La escapada del día la han formado Léa Curinier (FDJ-Suez), Sara Casasola (Fenix-Deceuninck), Amanda Spratt (Lidl-Trek), Mikayla Harvey (SD Worx) y Lorena Wiebes (SD Worx), quien aseguró así su liderato en la clasificación de la regularidad, al pasar primera en el sprint intermedio.
El Movistar de Reusser tiró del pelotón, alternándose al frente del gran grupo con el AG-Insurance de Giganre, mientras el UAE de Longo Borghini se encargaba de escoltar a la maglia rosa. Atacó y adelantó a todas las fugadas Silke Smulders (Jayco-AlUla), que fue cazada a cinco kilómetros de meta. Lo intentó varias veces Anna Van der Breggen (SD Worx). La última, justo antes de entrar en el circuito de Imola. A su rueda se pegó Liane Lippert (Movistar), que es más rápida que ella y que terminó ganando el mano a mano en meta.
Otra protagonista de este Giro ha sido Antonia Niedermaier (Canyon-SRAM), maglia bianca de mejor joven, quinta final en la general.
La próxima gran cita del calendario ciclista femenino será el Tour de Francia, que comenzará el sábado 26 de julio.
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