Pogacar gana su cuarto Tour y Van Aert deslumbra en Montmartre



Tadej Pogacar (UAE) acaba de conquistar en París su cuarto Tour de Francia, en el que además ha ganado cuatro etapas y la clasificación de la montaña. El caníbal del siglo XXI, siempre insaciable, ha querido poner la guinda a la carrera ganando en París, pero se ha encontrado con un soberbio Wout Van Aert (Visma-Lease a Bike, que lo ha descolgado en la última ascensión a Montmartre. El ciclista belga, al que muchas se empeñan en dar por muerto, ha logrado una de esas victorias que siempre se recuerdan. 



El último ciclista en ganar en París vestido de amarillo fue Bernard Hinault en 1982 y Pogacar, que desde hace ya mucho corre para la gloria, para la leyenda, quería emular al ciclista francés más de tres décadas después. El esloveno se ha divertido en París y ha corrido al ataque desde la primera subida a Montmartre. La amenaza de la lluvia llevó a que la organización decidiera neutralizar los tiempos en el cuarto poso por la línea de meta, antes de la primera ascensión a Montmartre, pero eso no impidió ver una etapa preciosa y también con mucho riesgo, bajo la lluvia. 



Tras el primer acelerón de Pogacar, en esa primera subida se formó un grupo de veinte ciclistas en cabeza. En el segundo paso, Pogacar aceleró y a su rueda se pegaron Matteo Jorgenson (Visma-Lease a Bike), Wout Van Aert (Visma-Lease a Bike), Matteo Trentin (Tudor), Matej Mohoric (Bahrein) y Davide Ballerini (XDS Astana). Jorgenson hizo una estrategia de manual, atacando para sacar partido de la superioridad numérica de su equipo, y en la última subida Van Aert soltó a Pogacar. Única muestra de humanidad del esloveno en todo el Tour. Hasta él, a veces, sólo a veces, no gana como, dónde y cuando quiere. Sólo en contadas ocasiones y, desde luego, sólo ante ciclistas gigantescos como Van Aert.   



Pogacar, que iguala a Chris Froome como ganador de cuatro Tours y que se queda a solo una victoria de igualar Eddy Merckx, Bernard Hinault, Jacques Anquetil y Miguel Indurain, no ha tenido rival en este Tour. El ciclista esloveno tiene 26 años y suma ya más de un centenar de victorias como ciclista profesional. En su gran mayoría, son victorias del máximo nivel: cuatro generales y 21 etapas en el Tour de Francia, una general y seis etapas en el Giro de Italia, tres etapas en la Vuelta a España, un Mundial, nueve monumentos (cuatro Giro de Lombardía, tres Lieja-Bastoña-Lieja y dos Tour de Flandes), tres Strade Bianche, dos Flecha Valona, dos Tirreno-Adriático, una París-Niza, un Dauphiné, una Volta a Catalunya… Pogacar, en fin, corre para la leyenda, su reino no es de este mundo, y está en condiciones de hacer aún más historia en este deporte. Y en eso piensa. A eso se dedica a diario. 



Hoy, aunque no ha ganado en París, nos ha regalado un espectáculo inusual, el de ver a un ganador del Tour buscando ganar la etapa final de la carrera vestido de amarillo. Bajo la lluvia, en un asfalto muy peligroso, con mucho riesgo, le dio igual y decidió ir a por ello. Y eso resume a la perfección lo que es Pogacar y lo que lo hace único. No tenía ninguna necesidad de entrar hoy en la batalla por la etapa, ningún otro ciclista en su lugar lo habría hecho, y por eso no hay dos ciclistas como él. Es una inmensa fortuna fortuna poder ver correr a uno de los mejores ciclistas de todos los tiempos. 

En este Tour, Pogacar ha sido el mejor en las contrarrelojes, donde ha asentado su incuestionable victoria por delante de Jonas Vingegaard (Visma-Lease a Bike), pero también en la montaña. Nunca ha dado la más mínima muestra de debilidad. Ha llegado algo cansado a la parte final, porque hasta a él a veces le duelen las piernas, pero lo cierto es que sentenció la carrera muy pronto y ha gestionado con soltura y sin ningún apuro su cuarta victoria final en el Tour. Casi su único momento de tensión fue una caída que, afortunadamente, no llegó a mayores.

Desde el primer día, el Visma-Lease a Bike intentó endurecer la carrera y poner nervioso a Pogacar. La actitud del equipo neerlandés ha sido impecable. De hecho, ha ganado la clasificación por equipos de la carrera. Pero Vingegaard, que no se ha rendido en ningún momento, no ha podido protagonizar un auténtico duelo con Pogacar, a diferencia de lo visto en otras ediciones del Tour, incluidas, claro, las dos que le ganó el corredor danés. Lo cierto es que Vingegaard ha hecho una carrera muy buena, en la que ha ido de menos a más, pero se ha encontrado con un Pogacar estratosférico e intocable.



El tercer puesto del podio ha sido para Florian Lipowitz, quien llegó al Tour como coequipier de Primoz Roglic en el Red Bull-Bora. El joven ciclista alemán, de 24 años, ha firmado un Tour soberbio. Fue escalando poco a poco en la general y resistió muy bien frente al también joven y talentoso Oscar Onley (Picnic-Post NL), que a sus 22 años ha sido el gran rival de Lipowitz para entrar en el podio. Los dos están entre los nombres propios de un Tour que, como siempre, más allá de la inexistencia de un duelo real por el maillot amarillo, ha ofrecido muchas historias en estas tres semanas de carrera. Por cierto, Lipowitz atacó hoy junto al combativo Quinn Simmons (Lidl-Trek) en los Campos Elíseos, antes de Montmartre, en otro gesto de gran corredor.  

Este Tour ha tenido entre sus grandes protagonistas a Jonathan Milan (Lidl-Trek), ganador de dos etapas que además se lleva el maillot verde. Dos de Thymen Arensman, que ha salvado el Tour del Ineos. Tres etapas ha ganado el Alpecin-Deceuninck, las dos primeras, con Jasper Philipsen y Mathieu Van der Poel, quienes además vistieron el maillot amarillo de líder, antes de tener que retirarse, y la penúltima, con Kaden Groves. Por su parte, el Soudal-Quick Step ha logrado cuatro etapas: dos de Tim Merlier, una de Remco Evenepoel y otra de Valentin Paret-Peintre. También han ganado una etapa Simon Yates (Visma-Lease a Bike), Tim Wellens (UAE) y Ben O’Connor (Jayco-AlUla). 

En lo que respecta al ciclismo español, no ha sido un Tour para el recuerdo. El mejor clasificado en la general final, tras los abandonos de Carlos Rodríguez (Ineos) y Enric Mas (Movistar) ha sido Cristian Rodríguez (Arkea), que concluyó vigésimo. Ver al ataque a Iván Romeo (Movistar) con 21 años ha sido otra de las pocas noticias positivas para el ciclismo español en esta edición de la ronda gala en la que Francia sitúa a dos ciclistas en el top 10: Kévin Vauquelin, séptimo, y Jordan Jegat, décimo. 

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