El año pasado el Giro logró el principal objetivo de toda carrera, tener emoción hasta el último día, con el igualado duelo en la crono final de Milán entre Hindley y Tao Geoghegan Hart, así que es lógico que este año repitan la fórmula. Igual que sucederá con la Vuelta, el Giro de este año, cuyo recorrido se ha presentado hoy, concluirá con una contrarreloj individual en Milán. La carrera empezará cómo acabará, con una crono, esta vez, en Turín, el 8 de mayo, día en el que comenzará la corsa rosa. Ya la tercera etapa incluye un par de trampas en forma de cortas y explosivas ascensiones en la parte final.
La prueba, que transcurrirá íntegramente por tierras italianas como impone la situación del coronavirus, incluye ocho finales en alto. El primero de ellos, en la sexta etapa, en Ascoli Piceno (San Giacomo). El segundo fin de semana de la carrera traerá un nuevo final en alto, en la novena etapa, en Campo Felice. La primera jornada de descanso será un martes y no un lunes, como suele ser habitual.
La etapa 11, entre Perugia y Montealcino, habrá tramos de sterrato que le darán al Giro un aire a Strade Bianche.
El sábado 22 de mayo es un día que ya podemos ir reservando en nuestra agenda todos los aficionados al ciclismo, porque el Giro llegará al Zoncolan. Dos días después, en la decimosexta etapa, otro final en alto más, antes de afrontar una semana final decisiva. La 17, la 19 y la 20 vuelven a terminar en alto.
El UAE Tour tiene el mismo organizador que el Giro. La cuarta etapa de la prueba emiratí no ha tenido mucha historia. Tras la escapada de los franceses Bidat y Le Gac, la jornada se resolvió al sprint, con victoria para el irlandés Sam Bennett.
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