Las carreras francesas de comienzo de temporada son casi las únicas pruebas ciclistas que se están celebrando con normalidad, a pesar de la situación de incertidumbre generada por la pandemia del Covid-19. Tras el Gran Premio La Marsellesa y la Estrella de Bessèges, a partir de mañana es el turno del Tour de la Provenza, donde será de la partida, entre otros, el ganador de la Estrella de Bessèges, Tim Wellens, junto a Egan Bernal, Julian Alaphilippe, Zdenek Stybar, Enric Mas, Víctor de la Parte, los hermanos Herrada, los hermanos Izagirre, Philippe Gilbert, Fabio Aru, Bauke Mollema, Rui Costa o Alexandr Vlasov.
Buen plantel para una prueba que retransmitirán Eurosport y Teledeporte, cuyo recorrido es también atractivo. La primera y la segunda etapa presentan perfiles de media montaña, con sendos puertos de tercera categoría relativamente cerca de la meta.
La etapa reina de la carrera será la tercera, que se disputará el sábado y que concluirá en Chalet Reynard, tras ascender 14,6 kilómetros del Mont Ventoux. La subida tiene un desnivel medio del 7,6% y será la gran prueba de fuego para los aspirantes a ganar la carrera. La cuarta etapa, que se disputará el domingo, el mismo día que la Clásica de Almería, parte de Aviñón y terminará en Salon de Provence, tras 163,2 kilómetros con tres puertos de tercera categoría, aunque de poca entidad y bastante alejados de la meta, por lo que en teoría será una ocasión para los velocistas que serán de la partida, como Arnaud Démare, John Degenkolb o Nacer Bouhanni.
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