En el ciclismo, como en la vida, está bien que, al menos de cuando en cuando, triunfen las escapadas. Ayer ocurrió, en parte por la entrega de los fugados, en especial de un soberbio Ben Healy (EF) y en parte por el beneplácito que dio el UAE de Tadej Pogacar desde el pelotón. Hoy también ha habido entrega de los escapados, por supuesto, pero esta vez no hubo permiso desde el gran grupo. El Alpecin-Deceuninck, que es el equipo del líder oficial (Mathieu Van der Poel) y, sobre todo, el UAE, el equipo del auténtico año y señor de la carrera (Pogacar), se encargaron de marcar el ritmo en el pelotón, dejando claro que hoy no darían opción a la fuga.
Hoy el campeón del mundo quería ganar y, por supuesto, volvió a ganar. Nuevo triunfo de etapa y, de nuevo, maillot amarillo. Pogacar sigue ganando como, donde y cuando quiere. Hoy ha conquistado el Muro de Bretaña imponiéndose en un mano a mano con Vingegaard, que no ha podido hacer nada para derrotar a su gran rival. El mejor ciclista del mundo, el caníbal del siglo XXI sigue mostrándose intratable. Hoy, con el mínimo esfuerzo, sin necesidad de grandes alardes, tan sólo lanzado el sprint y, por supuesto, venciéndolo. Todo para Pogacar.
Geraint Thomas (Ineos), Alex Baudin (EF), Marco Haller (Tudor), Iván García Cortina (Movistar) y Ewen Costiou (Arkea), los componentes de la fuga del día, no llegaron nunca a tener una ventaja que permitiera al quinteto de cabeza soñar con un triunfo de etapa. A 57 kilómetros del final llegó el sprint intermedio, con el que aún se aceleró más el pelotón, porque los contendientes por el maillot verde esprintaron por los puntos que quedaban. Se impuso una vez más Jonathan Milan (Lidl-Trek) por delante de Biniam Girmay (Intermarché-Wanty). El maillot verde lo seguirá portando Milan, pero el líder de la regularidad, por supuesto, también es Pogacar.
Los escapados siguieron entendiéndose bien, pero el UAE tiraba hoy a bloque. Remco Evenepoel (Soudal-Quick Step) se quedó cortado a 35 kilómetros de meta, pero se reintegró sin problema al pelotón. Poco después, el UAE dejó de tirar y cundió una cierta incertidumbre en el gran grupo, mientras la ventaja de los fugados se mantenía en torno al minuto. Eran ya cuatro y no cinco escapados, por Haller perdió contacto con sus compañeros de aventura. A 20 kilómetros del final, el Visma-Lease a Bike se puso a tirar del grupo principal, antes del primer paso por el Muro de Bretaña. Por delante, Cortina atacó, pero terminó cediendo. Se fue solo hacia adelante Costiou, que entró en cabeza en ese primer paso. Simon Yates marcó un ritmo muy duro en el pelotón y redujo a un puñado de segundos la ventaja del fugado. Además, hizo sufrir a muchos corredores en el grupo principal, empezando por el líder, Van der Poel, que se quedó ligeramente cortado, aunque pronto volvió a reintegrarse.
Tras el arreón del Visma, Pogacar mandó a sus coequipiers a ponerse al frente del grupo, ya con la fuga neutralizada. A seis de meta hubo una caída en el grupo del líder en el que se vieron afectados Enric Mas (Movistar), João Almeida (UAE), Santiago Buitrago (Bahrein) y Guillaume Martin (Groupama-FDJ), entre otros. Más allá del tiempo perdido, será importante ver los daños causados por la caída.
En la subida final al Muro de Bretaña, Pogacar aceleró sin llegar a atacar, y tras él se fueron Evenepoel y Vingegaard. Bastó ese cambio de ritmo del esloveno para que los tres se fueran hacia adelante, pero no le dieron continuidad al corte y no abrieron hueco. Llegaron más ciclistas, entre ellos, Jonathan Narváez, que le hizo la llegada a Pogacar.
Todo controlado por el rey del Tour, que vuelve a liderar la clasificación general con 54 segundos de ventaja sobre Evenepoel, que hoy ha estado muy bien; 1:11 sobre Kévin Vauquelin (Arkea), quien despierta el delirio entre la afición francesa y 1:17 sobre Vingegaard. Completan el top 10 Van der Poel (a 1:29), que va a coger con muchas ganas el día del descanso el martes; Matteo Jorgenson (a 1:34), compañero de Vingegaard que está llegando con los mejores; Oscar Onley, del Picnic-PostNL (a 2:49); Florian Lipowitz, del Red Bull-Bora (a 3:02); su compañero de equipo Primoz Roglic (a 3:06), y Mattias Skjelmose, del Lidl-Trek (a 3:43).
Enric Mas es decimotercero a 4:35 y Carlos Rodríguez, decimoquinto a 4:51.
Mañana, en teoría, jornada propicia para los velocistas.
En el Giro de Italia femenino, día redondo para el Movistar, gracias al triunfo de etapa de Liane Lippert y a la defensa de la maglia rosa de Marlen Reusser. La antepenúltima etapa de la corsa rosa echó a rodar sin Lotte Kopecky, que se retiró, según contó su equipo, el SD Worx, por precaución de cara al Tour de Francia, a causa de unos dolores de espalda.
Loes Adegeest (FDJ-Suez) abrió hueco en solitaria, perseguida por Anna Henderson (Lidl-Trek), que fue líder de la carrera. Esta última superó a Adegeest y se lanzó en solitario. Tras ser cazada, se formó un grupo de cinco con Juliette Labous (FDJ-Suez), Amanda Spratt (Lidl-Trek), Sara Casasola (Fenix-Deceuninck), Pauliena Rooijakkers (Fenix-Deceuninck), Liane Lippert (Movistar).
Por detrás, a ocho kilómetros del final atacó Elisa Longo Borghini (UAE) y a su rueda se legó la líder, Marlen Reusser (Movistar). Se defendió bien la corredora suiza. Mientras, por delante, Lippert y Rooijakkers saltaron hacia adelante en busca de la victoria de etapa. Las dos colaboraron hasta que se jugaron el triunfo en un mano a mano en el que ganó Lippert, cuya anterior victoria fue en el Giro del 2024.
Reusser lidera la carrera con apenas 16 segundos sobre Longo Borghini, que lo probará hasta el final, fiel a su estilo aguerrido, y con 1:53 sobre Van der Breggen. Gracias al tiempo que ha sacado hoy, Rooijakkers se sitúa cuarta en la general, a 2:02 de Reusser y a tan solo nueve segundos del podio.
Mañana, etapa decisiva con final en Monte Nerone, de primera categoría, que será el juez de la carrera antes de la etapa final del domingo en Imola.
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