Hoy tampoco ha habido siesta en el Tour. La etapa, que ha pulverizado el horario más rápido previsto por la organización y ha terminado con una media de 45,8 kilómetros por hora, ha sido un auténtico recital del mejor ciclismo, en el que hemos perdido la cuenta de los ataques y contraataques casi desde la salida. Ha sido una fiesta de ciclismo en la que Ben Healy (EF) se ha llevado un formidable triunfo de etapa en solitario y Mathieu Van der Poel (Alpecin-Deceuninck) ha recuperado el maillot amarillo con el beneplácito de Tadej Pogacar (UAE), aunque el ciclista neerlandés ha terminado tan fundido que a punto ha estado de no poder aprovechar el “regalo” del esloveno.
Desde hace unos años, Eurosport retransmite de forma íntegra todas las etapas del Tour. Hoy es de esas en las que, quien esté de vacaciones y haya tenido la suerte de poder disfrutarla, habrá gozado de inicio a fin. Los equipos de los velocistas controlaron la carrera en los kilómetros iniciales. para que no hubiera fugas antes del sprint intermedio. Fueron casi los únicos kilómetros sin ataques. El sprint intermedio lo ganó con claridad Jonathan Milan (Lidl-Trek), por delante de Mathieu Van der Poel (Alpecin-Deceuninck) y de Biniam Girmay (Intermarché-Wanty). Justo después del sprint llegaron los primeros ataques. Y fue un no parar.
Como se esperaba, hubo muchos movimientos. En parte, por las declaraciones de Tadej Pogacar de ayer en las que decía que estaba feliz de vestir de amarillo, pero que se le podría hacer demasiado largo hasta París, que se interpretaron como una invitación a las fugas, porque reflejaban la disposición del UAE a ceder gustoso el maillot de líder. No es que se vayan a librar de la presión que acarrear ser el favorito número uno a ganar la carrera, pero si otro equipo toma el liderato y controla las jornadas venideras, y además Pogacar se libera del protocolo del podio, mejor que mejor.
La escasa disposición del UAE a defender este amarillo tempranero, sumado a un recorrido atractivo de la etapa con varias ascensiones en la parte final y a la ambición exhibida un día más por los ciclistas, sirvió para que hubiera mucha pelea por la formación de la escapada. De las fugas más disputadas que se refuerzan en muchos años en el Tour, de las etapas más locas y trepidantes, sin ser una jornada de alta montaña. Se formó un cuarteto inicial de mucho nivel con Victor Campenaerts (Visma-Lease a Bike), Ben Healy (EF), Quinn Simmons (Lidl-Trek) y Harold Tejada (XDS Astana), pero siguieron los ataques. Cazados esos cuatro, tomaron unos pocos segundos Wout Van Aert (Visma-Lease a Bike) y Pablo Castrillo (Movistar).
Hubo más y más intentos, más y más demarrajes, cortes, ataques y contraataques, hasta que se formó la muy trabajada fuga del día, con Mathieu Van der Poel (Alpecin-Deceuninck), Ben Healy (EF), Edward Dunbar(Jayco-AlUla), Simon Yates (Visma-Lease a Bike), Quinn Simmons (Lidl-Trek), Harold Tejada (XDS Astana), Michael Storer (Tudor) y William Barta (Movistar).
El mejor clasificado del grupo era Van der Poel, quien ha recuperado el maillot amarillo, prestado por Pogacar. Desde el principio se vio que al equipo emiratí le iba perfecta esta situación de la carrera. Cuando restaban algo más de 65 kilómetros para el final y la ventaja de los fugados era del entorno de los tres minutos, la instrucción por la radio del equipo UAE fue clara: nos va bien así, no tenemos que forzar más. Blanco y en botella, como dejó caer Pogacar ayer.
A 40 de meta, Healy lo probó en solitario. Para cuando Storer y Simmons saltaron en su persecución, el ciclista irlandés del EF tenía ya más de un minuto de ventaja. Ha sido una auténtica exhibición. Él mismo declaró en meta que se sorprendió un poco cuando empezó a ver que la diferencia aumentaba tanto y tan rápido. Iba con una marcha más que todos sus compañeros de fuga.
En el tercer grupo, Van der Poel sufrió tanto que perdió contacto con el resto de perseguidores y puso incluso en riesgo la posibilidad de volver a ponerse líder. El ciclista neerlandés terminó extenuado. Se dejó cuatro minutos con el ganador de la etapa. Van der Poel llegó a tener tres minutos de ventaja en la general virtual y ha terminado situándose líder con apenas un aficionado de ventaja sobre Pogacar. Es más, un acelerón de Pogacar para pasar primero del grupo estuvo a punto de frustrar su plan de ceder el maillot amarillo. Por apenas un segundo, Van der Poel vuelve a ser líder de la carrera. Todos felices, al final, tras un día muy exigente y llena de emoción.
Mañana, nueva etapa con cotas en el final, nueva invitación al espectáculo, y meta en el Muro de Bretaña, donde hace cuatro años Van Der Poel ganó. Mañana llegará de amarillo, pero con apenas un segundo de ventaja sobre Pogacar.En el Giro aparecieron los abanicos en una jornada que se presumía de transición. Hubo un corte que pilló atrás, entre otras, a la vencedora de ayer, Sarah Gigante (AG Insurance-Soudal), quien se despide así de sus opciones para la general.
El grupo delantero estuvo formado por apenas 16 ciclistas: seis del UAE (Elisa Longo Borghini, Alena Amialiusik, Brodie Chapman, Eleonora Gasparrini y Silvia Persico), seis del SD Worx (Anna Van der Breggen, Lorena Wiebes, Lotte Kopecky, Elena Cecchini, Barbara Guarischi y Mikayla Harvey), dos del Movistar (la líder, Marlen Reusser y Liane Lippert), dos del Visma-Lease a Bike (Marianne Vos y Rosita Reijnhout), una del Ceratizit (Franziska Brausse), una del Human Powered Health (Katia Ragusa), una del Isolmant-Premac (Asia Zontone) y una del Uno-X (Katrine Aalerud).
En el sprint de meta, Wiebes sumó una nueva victoria, esta vez, por delante de Vos, tras un gran lanzamiento del equipo SD Worx. Sigue imparable Wiebes, la mejor velocista del mundo, que hoy por hoy no tiene rival en finales al sprint.
La general parece cosa de dos: Reusser, que sigue al frente de la carrera un día más, y Longo Borghini, que está a apenas 16 segundos. Anna Van der Breggen, tercera, está ya a casi dos minutos.
Mañana, jornada con perfil escarpado.
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