Ayer por la tarde, la organización de la Vuelta anunció que, por motivos de seguridad, se recortada a menos de la mitad el recorrido de la contrarreloj de hoy en Valladolid. Apenas 12 kilómetros, una distancia muy, muy reducida. Era la única forma de garantizar que la etapa podría disputarse, con todo el recorrido vallado, y es mejor eso que nada. Es lo que hay. La organización va día a día y esta solución, sin ser la mejor, es la menos mala. Sobre este muy recortado recorrido, João Almeida (UAE) ha recortado diez segundos con Jonas Vingegaard (Visma-Lease a Bike), por lo que el danés cuenta ya con sólo con 40 segundos de renta sobre el portugués en la general.
De poco sirve preguntarse qué habría pasado si se hubiera podido respetar el recorrido inicialmente previsto, de 27 kilómetros. Entre otras cosas, porque el esfuerzo es diferente. Almeida ha recortado cerca de un segundo por kilómetro, así que no cuesta mucho deducir que el portugués del UAE habría logrado arañar aún más tiempo. Imposible saberlo. Lo cierto es que la carrera se resolverá en la Bola del Mundo en la etapa del sábado, si no hay cambios obligados por la seguridad, claro. Es la situación soñada para cualquier gran vuelta: llegar a su desenlace con los dos primeros clasificados muy cerca. De hecho, Vingegaard transmite la sensación de llegar bajo mínimos, con la reserva, lo que vuelve aún más emocionante el final de la carrera.
Almeida ha sido tercero en la etapa, cuyo vencedor ha sido Filippo Ganna (Ineos), uno de los mejores contrarrelojistas del mundo. Cuando el ciclista italiano marcó el mejor tiempo en meta parecía que sería muy difícil que alguien lo echara del asiento reservado para el ganador provisional de la etapa. Sin embargo, hubo emoción hasta el final en la lucha por la victoria parcial gracias a un soberbio Jay Vine (UAE), quien no por llevar el maillot del líder del la montaña ha dejado hoy de volar en la contrarreloj llana de Valladolid. Por apenas un segundo no ha logrado Vine mejorar el tiempo de Ganna, quien se lleva la victoria después de sufrir lo indecible en las etapas de montaña de esta Vuelta.
Más allá de lo ajustada que queda la general, con esos escasos 40 segundos de ventaja de Vingegaard sobre Almeida, la crono no ha dejado grandísimas diferencias entre los otros ciclistas de la general, pero algún que otro cambio ha habido. Tom Pidcock (Q36.5) mantiene su tercera plaza en la general, muy lejos ya de la victoria, a 2:39 del líder, y con algo más de ventaja sobre Jai Hindley (Red Bull-Bora), a quien ahora saca 38 segundos. Una distancia que hará sufrir al británico de cara a la etapa del sábado en la Bola del Mundo. Giulio Pellizzari (Red Bull-Bora) es quinto en la general y saca cerca de un minuto a Matthew Riccitelo (Israel Premier Tech) en su lucha por el maillot blanco de mejor joven.
Por su parte, Abel Balderstone (Caja Rural-Seguros RGA), que será el sustituto de Mikel Landa en la selección española en el Mundial en ruta, sigue siendo el primer español clasificado en la general, decimotercero.
Mañana, etapa llana en la que se debería vivir un duelo entre quienes buscarán el triunfo parcial tras una etapa y los equipos de los velocistas que podrían buscar un sprint, si es que no se forma una escapada muy numerosa con velocistas en ella, como la que terminó ganando Mads Pedersen. La posibilidad de que aparezca el viento camino de Guijuelo también podría generar momentos de tensión si sopla con suficiente fuerza y hay equipos que busquen provocar abanicos.
La Vuelta, en fin, queda preciosa, y sigue en vilo por las protestas contra Israel y el riesgo de que haya nuevos ajustes en el recorrido.
Más allá de la Vuelta, hoy Isaac Del Toro (UAE) ha ganado la Copa Sabatini, con la que ya suma 12 victorias esta temporada,
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