La primera edición del Tour de Flandes se disputó en 1913. Ya sólo por eso, la clásica flamenca, el segundo monumento del año, es una de las carreras de un día más prestigiosas del mundo. La historia del ciclismo está impregnada en esas cotas exigentes que subirán los ciclistas, en sus tramos adoquinados. Hay lugares míticos, templos del ciclismo, que la Ronde van Glaanderen (como se dice en neerlandés) visita cada año el primer domingo de abril, como el viejo Kwaremon o el Kapelmuur, que son escenarios de batallas entre los mejores clasicómanos del mundo. Este año se disputa la edición 103 de la carrera, en la que Niki Terpstra defenderá el título y en la que Alejandro Valverde, flamante campeón del mundo, perseguirá la gloria en una de las pocas carreras en las que no la acariciado.
El abanico de aspirantes es relativamente reducido, porque en el Tour de Flandes, por su extrema exigencia, no puede ganar cualquiera. Eso sí, todos los ciclistas acostumbrados a imponerse a los adoquines y a los muros en la primavera serán de la partida. La sensación de la miniclásica A través de Flandes, Matthieu Van der Poel, será uno de los candidatos al triunfo. Llega en plena forma, desde luego. Como también lo hacen Zdenek Stybar, Greg Van Avermaet y Wout Van Aert, quienes estarían en un primer nivel de favoritos. También querrán ser protagonistas, además del mencionado Valverde, Peter Sagan, Oliver Naesen, Tiesj Benoot, Matteo Trentin y Alexander Kristoff. Stybar estará además muy bien acompañado en el Deceuninck-Quick Step, equipo dominador de las clásicas, ya que contará con Philippe Gilbert, Bob Jungels e Yves Lampaert, entre otros, a su lado.
Valverde no había disputado nunca el Tour de Flandes. El monumento en el que sí ha corrido y ganado unas cuantas veces es la Lieja-Bastoña-Lieja. Venció en la clásica belga en 2006, 2007, 2015 y 2017. También ha ganado la Flecha Valona, en cinco ocasiones, y ha sido podio en la Amstel Gold Race. Esta semana disputó la prueba A través de Flandes, para prepararse para De Ronde y concluyó trigésimo primero, tras no poder entrar en el corte decisivo. El campeón del mundo llega al Tour de Flandes con una única victoria en su palmarés este año, una etapa del UAE Tour, pero más por un problema de salud que le ha tenido en el dique seco un tiempo que por la inexistente maldición del arcoíris. Lo tiene muy difícil, sin duda, pero su presencia es uno de los grandes alicientes de esta edición.
Otro español a seguir es Iván García Cortina, muy presente en las clásicas belgas, protagonista casi siempre en estas pruebas que tanto venera. El año pasado pasó en cabeza y en solitario por el legendario Kapelmuur.
En cuanto a los máximos favoritos para ganar, Stybar es quizá el primer aspirante. No sólo por la fortaleza de su equipo, sino porque llega en un magnífico estado de forma, tras vencer en la Omloop Het Nieuwsblad y en la E3 Harelbeke.
La dureza extrema vuelve a caracterizar el recorrido del Tour de Flandes. Serán 267 kilómetros, de los que los primeros 119 están llamados a servir de terreno para la formación de las primeras escapadas del día, pero que carece de la dureza que llegará a partir de entonces, con el primer paso por el viejo Kwaremont. Eso sí, a partir de ese momento, los corredores no tendrán ya tregua, porque a aquella cota le seguirán los tramos adoquinados Holleweg y Haaghoek, el mítico Kapelmuur, una nueva subida al Kwaremont y el también clásico Paterberg. Después, en los últimos 35 kilómetros de carrera, más madera, con seis cotas y seis tramos de adoquín. La última ascensión al Paterberg será a 13 kilómetros de la meta en Oudennarde.
El año pasado, Terpstra ganó en solitario, aprovechándose del excelso trabajo del Quick Step. Este año corre en las filas del Direct Energie, que en unas semanas pasará a llamarse Total.
Eurosport emitirá íntegra la carrera, el domingo 7 de abril desde las 10:15.
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