Pogacar vence, Roglic lidera y Hirschi asombra


Un día más el Tour de Francia nos ha regalado una extraordinaria jornada de ciclismo. Apasionante desde la salida ha sido esta novena etapa, la última antes de la primera jornada de descanso, en la que Primoz Roglic, que ya era el líder de facto de la carrera, se ha situado primero en la general, y en la que el prodigioso Tadej Pogacar ha ganado la etapa, tras frutar una cabalgada impresionante de Marc Hirschi. 

Vamos por partes. La carrera comenzó con una batalla sin cuartel para formar la escapada. No hubo manera. Más y más movimientos que no fructificaban, mientras la velocidad del pelotón se aceleraba e iban cayendo los kilómetros. El comienzo de esta etapa ha sido de lo más apasionante de lo que llevamos de temporada ciclista. Lo probó Julian Alaphilippe, aguerrido, siempre valiente, hasta cuando no tiene las mejores piernas. Lo intentó una y otra vez el campeón del mundo, Mads Pedersen, muy activo hoy. Lo probó, en solitario, Rémi Cavagna, que fue de los pocos que abrió hueco, aunque terminó siendo cazado. Hasta la Col de la Hourcère no se formó la escapada. El ritmo fue frenético, lo que dejó el grupo en poco más de 40 unidades e hizo sufrir a Fabio Aru, quien se terminó retirando. 

Seguía la sucesión de ataques, con Thibaut Pinot intentando resarcirse de su mal día de ayer, aunque terminó penando y perdiendo contacto con el pelotón. Al final, tras más de una hora y media de pelea sin fin, se formó la fuga. Sólo un ciclista por delante, el suizo Marc Hirschi, del Sunweb. 22 añitos tiene la criatura, uno más solo que Pogacar. Abrió hueco respecto a un grupo perseguidor con ciclistas de junco nivel, entre los que estaban Davide Formolo, coequipier de Pogacar en el UAE, y Jonathan Castroviejo, gregario de lujo de Egan Bernal en el Ineos, lo que dejaba claras las intenciones de amigos líderes. Junto a ellos, Omar Fraile (Astana), Daniel Felipe Martínez (Education First), David Gaudu (Groupama-FDJ), Warren Barguil (Arkea), Sébastien Reinchenbach (Groupama-FDJ) y Lennard Kämna (Sunweb). 

Hirschi, imponente, no hacía más que aumentar su ventaja, mientras que el grupo de perseguidores no terminó de ponerse de acuerdo y terminó siendo neutralizado por el grupo principal, del que tiraba, claro, el Jumbo-Visma. El equipo neerlandés actuaba como si ya fuera líder de la carrera, aunque el maillot amarillo lo llevaba Adam Yates. De facto, el líder era Roglic, él es el hombre a seguir. Él es la referencia. Él y su equipo, que hoy ha vuelto a dominar la carrera a su antojo, al menos, hasta que ha llegado la Marie Blanche y Tadej Pogacar ha atacado con fuerza y valentía para intentar dinamitar la carrera. 

El trabajo del Jumbo-Visma fue, una vez más, arrollador, implacable. Primero Gesink, después Van Aert, más tarde Kuss y, un día más, como último hombre para Roglic, enteramente a su disposición, Tom Dumoulin. Tras el ataque de Pogacar, su compatriota Roglic no se puso nervioso y dejó que fuera Dumoulin quien le persiguiera, pero cuando el corredor neerlandés reventón, tuvo que ser el vigente ganador de la Vuelta quien respondiera en primera persona. Y tras él se fueron Mikel Landa, hoy muy bien, y Egan Bernal, que dejó atrás las dudas que pudiera generar ayer.

Tras ellos se quedaron Nairo Quintana (hoy, más débil), Romain Bardet (que aceleró en la parte final del puerto, pero no llegó a dar caza al grupo de Roglic), Richie Porte (que hizo la goma entre ambos grupos), Bauke Mollema (sin hacer ruido, ahí está), Guillaume Martin (la nueva esperanza del ciclismo francés, que no parece sentir la presión) y Rigoberto Urán (ni un ataque, pero tal sólido como siempre).

Roglic esprintó en el puerto y logró los cinco segundos de bonificación. Entonces llegó un desenlace trepidante, en el que Hirschi amplió su ventaja en el descenso pero se desfondó en el llano, mientras que Roglic, Landa, Pogacar y Bernal mantenían una renta de unos 20 segundos con el grupo de Quintana. Hirschi fue cazado a poco menos de dos kilómetros del final, pero aún tenía alguna gota de fuerza reservada para luchar por la victoria de etapa ante los mejores ciclistas de este Tour. Creo que hoy todos los aficionados al ciclismo deseábamos la victoria de etapa de Hirschi, porque se lo merecía, porque su escapada en solitario ha sido impresionante, pero le ganó otra perla, otro joven insolente que tiene el futuro del ciclismo en sus piernas, Tadej Pogacar, quien suma así su primera etapa en el Tour (es su primera participación aquí), un año después de ganar tres etapas en la Vuelta. 



Tras la etapa de hoy, Roglic ya es líder del Tour con 21 segundos de ventaja sobre Bernal, 28 segundos sobre Martin, 30 segundos sobre Bardet (que decía que este año no venía a luchar por la general), 32 segundos sobre Quintana y Urán, 44 segundos sobre Pogacar, 1:02 sobre Yates, 1:15 sobre Superman López y 1:42 sobre Landa. Enric Mas, que hoy ha perdido tiempo, es duodécimo a 2:02 y Valverde, decimoséptimo a 3:42.

Roglic tiene el equipo más fuerte y, hoy por hoy, puede que también sea el más fuerte de los aspirantes a ganar la carrera. Al menos, con la situación actual le valdría para ganar el Tour. Pero surgen las dudas sobre si no se le hará demasiado larga la carrera, después de lo que le pasó el el Giro del año pasado, y tras haberle visto tan fuerte en el Dauphiné. Sus dos rivales más serios ofrecen Pogacar, que además es valiente y ataca en cuanto se ve con fuerzas, y Bernal, que parece ir de menos a más en este Tour, igual que en el del año pasado, que terminó ganando con enorme autoridad. ¿Y Landa? Landa alimenta el landismo, que no es poco. Hoy, desde luego, ha estado fortísimo. 

Llegamos a la primera jornada de descanso del Tour con una situación que no nos habría sorprendido demasiado hace una semana, con Roglic, Bernal y Pogacar como grandes favoritos, y con el buen sabor de boca de la emoción de las dos etapas pirenaicas. Queda mucho Tour por delante y esta carrera promete. 

Comentarios

Jesus ha dicho que…
Ojo que nadie habla de Nairo y siempre hace una de las 2 montañas (Alpes/Pirineos) como el mejor
Alberto Roa ha dicho que…
También puede ser su año, sí. ¿Por qué no!