Cuarta victoria del año de Alejandro Magno

Alejandro Valverde es un ganador nato, aún está por ver una etapa en la que se vea con opciones de disputar la victoria y decida reservarse. Ayer venció la tercera etapa de la París-Niza ganando al esprint a Gerrans, un final muy ajustado en el que fue el ciclista español quien, por muy poquito, entró primero en meta. El murciano sólo sabe ganar. Siempre se dice que hay ciclistas maravillosos y de una gran calidad a los que les cuesta mucho vencer. Hay otros ciclistas también extraordinarios que, como Alejandro Magno, ganan casi por inercia. Es tal su hambre de triunfos y tal su clase y ambición que siempre hay que contar con él porque si algo está claro es que Valverde disputará todo lo que esté a su alcance. Y el final de ayer le iba bastante. José Joaquín Rojas le lanzó y pudimos ver un duelo con el también murciano, Luis León Sánchez, en el esprint final. En los últimos metros entró como un tiro Simon Gerrans y por los pelos no le arrebató la victoria a Valverde.

El ciclista de Movistar suma ya cuatro victorias en lo que va de temporada, y lo que va de temporada es prácticamente nada. La mayor motivación para Valverde durante el tiempo de su sanción ha sido su deseo de volver a correr y, en su caso, volver a correr es sinónimo de volver a ganar. Es algo que va unido, indisoluble. Alegra mucho ver que el ciclista español vuelve con las mismas ganas que antes de marcharse y con la misma capacidad de obtener victorias. Cuando se lo quitaron de en medio era primero del ranking UCI y no andará muy lejos de ese puesto cuando acabe la París-Niza. Es un superclase, un ganador y un ciclista soberbio.

Por lo demás, la general sigue liderada por Bradley Wiggins, que saca 6 segundos a Levi Leipheimer y 11" a Tejay Van Garderen. La cuarta plaza la ocupa Sylvain Chavanel (a 14"), seguido de Maxime Monfort ( a 18") y de Alejandro Valverde que, gracias a la bonificación en meta por la victoria, está ya a sólo 20 segundos del líder. Hoy volvemos a tener una etapa interesante de 183 kilómetros entre Brive la Gaillarde y Rodez. Que siga el espectáculo.

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