Mañana se disputa la primera gran clásica de la temporada, la Milán- San Remo, la classicisima. Es uno de los cinco monumentos, así que estamos hablando de palabras mayores. Hoy haré una previa de la clásica italiana. Empezando por el recorrido, es similar al del año pasado y los ciclistas tendrán que recorrer 298 kilómetros, una auténtica paliza. Los 150 kilómetros iniciales son más bien llanos y, a partir de ese momento, llega alguna que otra dificultad mayor para los corredores. Concretamente son tres cotas las que tendrán que afrontar: el Passo del Truchino (kilómetro 142), Cipressa (kilómetro 275) y Poggio (kilómetro 292). La dureza de las ascensiones no es muy grande, pero hay que contar con que los ciclistas llevarán muchísimos kilómetros ya en las piernas cuando lleguen a las dos últimas cotas, que serán a buen seguro importantes a la hora de decidir el vencedor o el grupo de aspirantes finales al triunfo.
Eso en cuanto al recorrido. ¿Y la participación? Son muchos los ciclistas, especilmente los velocistas y los clasicómanos, quienes tienen señalado en rojo la fecha del 17 de marzo porque llega la Milán-San Remo y es su primer gran objetivo de la temporada. Mala noticia la que conocimos estos días sobre José Joaquín Rojas, del Movistar, que no podrá estar en la carrera por un problema de salud. La temporada es larga. La principal baza española, naturalmente, será la de Óscar Freire. El ciclista del Kathusa ha ganado tres veces esta clásica (2004, 2007 y 2010). Llega a la classicisima con una gran ilusión y la motivación de seguir venciendo. De momento, ha demostrado ya con sus triunfos en el Tour Down Under y en Andalucía que ha comenzado la temporada en muy buena forma.
Por lógica, puesto que es el vigente campeón de la carrera, habrá que seguir muy de cerca a Matthew Goss. El ciclista del Greenedge luchará por repetir triunfo. Otro que también ha ganado ya la Milán-San Remo es Mark Cavendish, campeón del mundo, tal vez el mejor esprinter del mundo y que lleva cuatro victorias en lo que va de temporada. Alguien que no ha ganado aún la clásica italiana, pero con quien hay que contar siempre, es Tom Boonen, que también lleva cuatro victorias este año. Completando la nómina de esprinters que acuden a la prueba intentando una victoria están Andre Greipel, Edward Boasson Haggen o Tyler Farrar. Estos últimos, de entrada, con menos opciones porque aún no se han dejado ver esta temporada y no sabemos en qué estado de forma se encuentran.
Pero, además de los mejores velocistas del mundo, la Milán-San Remo también contará con grandes corredores de una gran potencia que son capaces de romper la carrera con sus ataques. Ahí el número uno, de largo, es Fabian Cancellara. Siempre hay que contar con el suizo en este tipo de carreras. Peter Sagan es también un ciclista extraordinario que ha demostrado en la Tirreno-Adriático que está en una gran forma y que seguro que intentará algo en la clásica. Philipe Gilbert, clasicómano por excelencia, no ha tenido un buen comienzo de temporada porque la salud no le ha acompañado. Se bajó de la bicicleta en la Tirreno-Adriático por la fiebre, aunque ha confirmado que estará en la Milán-San Remo. El belga dice encontrarse cada día mejor y, aunque no está al cien por cien, irá a por la victoria. Si no se encuentra bien, declara que su equipo tiene otras opciones como Alessandro Ballan o Greg Van Avermaet.
En fin, la Milán-San Remo volverá a ser una gran cita del calendario ciclista, el primer monumento del año. En España no se podrá ver en televisión en abierto (sí podrán quienes tengan Eurosport), aunque por Internet podremos seguir la clásica a través de alguna web italiana como Gazzeta TV, donde ya hemos podido seguir la Tirreno-Adriático.
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