Wiggins gana la París-Niza

La cronoescalada final de la París-Niza deparó el desenlace más o menos esperado. Como era de prever, Bradley Wiggins no tuvo grandes problemas para mantener el primer puesto de la clasificación general y, además, se adjudicó la etapa al haber sido dos segundos más rápido que Westra en la lucha contra el reloj. Muy destacable es la carrera que ha hecho el holándes Lieuwe Westra, que se va con un segundo puesto en la general y con una gran victoria de etapa. Valverde acabó sexto en la etapa, cediendo 52" sobre Wiggins. Teniendo en cuenta que venía de pasar por un resfriado y que los rivales que quedaron por delante de él son bastante más especialistas que él en esta disciplina, es un buen resultado.
El ciclista murciano se mostró contento en meta. No es para menos. Ha ganado una etapa y asciende hasta el primer puesto del ránking UCI. Por seguir con el disparate al que tan acostumbrados nos tiene este organismo, sus puntos no cuentan para su equipo. En fin, corramos un tupido velo sobre esto y centrémonos en disfrutar del ciclismo. Porque, pese a quien pese, lo cierto es que a Alejandro Valverde le bajaron de la bicicleta siendo primero del ranking y un par de meses después de su vuelta recupera su puesto en el trono.
La carrera francesa acabó con esta bella cronoescalada, y no menos atractiva fue la etapa de ayer de la Tirreno-Adriático. Hablábamos ayer del duelo entre Nibali y Sagan en el seno del Liquigas.Pues bien, por encima de esa disputa, los dos están siendo protagonistas indiscutibles de la carrera. Sagan ganó la etapa del sábado y ayer, en la etapa reina de la carrera, fue Vicenzo Nibali el que ganó con una enorme autoridad. En la meta de Patri di Tivo fue El Tiburón siciliano quien venció brillantemente. Logró una de esas victorias preciosas que engrandecen a un ciclista. Atacó a 3,5 kilómetros de la cima y se marchó solo hacia adelante. En meta logró sacar 16 segundos a Kreuziger y Horner; 18" a Hoogerland, Scarponi y Pozzovivo; y 23" a Nocentino. La octava plaza de la etapa la ocupó el español Joaquín Rodríguez (a 37 segundos). El ciclista del Kathusa tal vez esperaba encontrarse mejor en la carrera y luchar por victorias, pero estamos empezando la temporada y esto es muy largo.
La general queda dominada por Horner, con cinco segundos de ventaja sobre Kreuziger y doce sobre Nibali, que parecen los tres aspirantes al triunfo final, puesto que el cuarto clasificado, Nocentini, está ya a 47 segundos del líder. Aunque aún quedan etapas (tres), todo se decidirá en un principio en la crono. Nibali ha reconocido que así será, y no le beneficia en absoluto, pero dice que, a veces, se reserva sorpresas. Tal vez fue sólo la emoción de acabar de ganar una etapa la que le llevó a declarar eso, o tal vez sí busque sacar distancias para luchar por el triunfo final en la Tirreno-Adriático.

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