Imperial Valverde


Si hoy no hubiera ganado la etapa un español, y además de forma tan magistral como lo ha hecho Valverde, empezaríamos la crónica de otra forma y la la foto que ilustraría el arranque de la entrada también sería otra, concretamente la que está un poco más abajo. Pero es que Alejandro Magno ha vuelto a hacer de las suyas. En su regreso al Tour lo ha pasado terriblemente mal. Llegó a decir al final de una etapa, tras la enésima caída, que daban ganas de irse para casa. Menos mal que no fue más que un comentario fruto de la desesperación, porque nos hubiéramos perdido la brilante exhibición de hoy camino de Peyraguedes, donde Valverde ha ganado en solitario como lo hacen los grandes campeones. Suma su cuarta etapa en la ronda gala. El conquistador ha vuelto.

El ciclista del Movistar entró en la fuga del día, una escapada con hombres de entidad. Una escapada nivel Tour: Rolland, Voeckler, Menchov, Monfort, Egoi Martinez, Rubén Plaza, Biel Kadri, Jeandesboz, Sandy Casar, Thomas Voeckler, Jelle Vanendert, Levi Leipheimer, Rein Taaramae, Jean Christophe Peraud, Fredrik Kessiakoff, Trofimov y Brice Feillu. Nombres ilustres, como digo. De todos ellos destacó especialmente el trabajo del Movistar y, sobre todo, el talento, la inteligencia, la clase y la capacidad de sufrir del murciano Alejandro Valverde. Él fue valiente, uno de los rasgos que siempre le han caracterizado, y atacó en la ascensión al Port de Balés. Allá que se fue, camino de la victoria,de la gloria reservada a los más grandes, a un reducido grupo de elegidos.

Se acercaba el triunfo, pero Valverde se ha tenido que currar la victoria muchísimo. Ha sido un triunfo muy trabajado porque por detrás, del grupo del líder, emergió un portento, un tren de alta velocidad, un rayo llamado Froome que, haciendo ostentosas muestras de que le frena ser el gregario del líder, pese a que va mucho mejor que él cuesta arriba, amenazó su victoria. Porque por detrás tiraba del grupo elLiquigas en una estrategia equivocada o, al menos, poco entendible. Tiró del grupo durante muchos kilómetros, pero sólo a base de marcar un ritmo más o menos exigente no iban a lograr jamás dejar atrás al líder. La respuesta a que no siguieran otra estrategia está, en todo caso, en el rendimiento exhibido después por Nibali, ya que el Tiburón no iba hoy muy fino.


Pero volvamos a Valverde. Hoy estaba radiante de felicidad y no es para menos. Así lo ha explicado él, bueno, lo ha intentado: "“Lo que siento es algo que no se puede explicar, ha sido mucho sufrimiento, este tour ha sido muy duro para mí. Al final se ha podido conseguir". "Iba dando todo lo que tenia dentro de mi, todo el tiempo a tope a tope, iba exhausto al final , cuando he visto que llegaba ha sido una alegría tremenda. Algo inexplicable". "Ha sido una victoria muy muy trabajada. Estoy emocionado. ¡Joder! No es para menos”. Pues sí, no debe de resultar fácil lo que se siente en un momento así .

Y eso que Valverde ya ha de estar acostumbrado a la victoria (lleva 67 de profesional y cuatro en el Tour). Pero ésta, por muchas razones, es especial. Volvía después de la sanción y llega en un Tour que se le puso muy adverso desde el comienzo con constantes caídas e incidentes técnicos. Pero él ha sabido sobreponerse y aquí está el resultado. Al igual que lo ha hecho el equipo Euskaltel-Euskadi. Reitero lo escrito ayer, merecen un triunfo porque es admirable lo que están haciendo tras las continuas malas noticias en este Tour. Hoy Egoi Martínez ha estado cerca también y se ha vuelto a meter en la fuga Gorka Izagirre, además de Azanza. Chapeau.

Alegría desbordada la de Valverde y la de todos los aficionados que festejamos de corazón este triunfo del corredor del Movistar. Es un súper clase, un ciclista maravilloso, un ganador nato y podemos decir bien alto que este triunfo es muy merecido y que se lo ha trabajado muchísimo. Por eso nos alegra especialmente. Además, se suma la segunda etapa para el ciclismo español en este Tour tan aciago que dos murcianos ilustres han puesto bonito: Luis León Sánchez y Alejandro Valverde, con sendas victorias.



La foto que hoy sería portada de esta crónoca si no hubiera ganado un español es este que tienen justo arriba. Es quizás la imagen del Tour 2012, porque retrata a la perfección lo que sucede en el Sky y cuál es la comidilla de los aficionados durante la ronda gala de este año. Chirs Froome, girándose para constatar que va más fuerte que su líder y mostrando claramente que va frenado, que para por obligación y lealtad, no porque no vaya a tope. Hoy probablemente hubiera ganado la etapa fácil, por ahí nos alegramos de que haya parado. La pregunta es, ¿hubiera ganado el Tour de no estar en el mismo equipo que Wiggins?

Los gestos que ha hecho hoy el británico de origen keniata no son necesarios. Ayer escribíamos que a Voeckler se le echa en cara que sea tan teatrero. Algo de eso ha mostrado hoy Froome. Hasta en tres ocasiones ha echado la vista atrás para ver que su líder no aguantaba su ritmo. Que si pregunto al pinganillo lo que hago, que si acelero y luego me paro, que si miro a Wiggins preguntándole qué hago. Quizás ha sobrado, ya digo, pero es lo de menos. Lo de más es que ha demostrado que, de largo, es el más fuerte de este Tour en la alta montaña y que podría haber sido un rival muy serio para Wiggins de no compartir escuadra. Podría haber sido ese rival duro que, en realidad y pasada ya la toda la montaña del Tour, le ha faltado a esta carrera.

"Un día Froome va a ganar el Tour". Lo pensamos muchos, pero estas palabras las ha pronunciado hoy Wiggins tras cruzas la línea de meta. Ha dicho más: "Chris estuvo súper fuerte otra vez hoy. Él está muy emocionado. Ha sido un fantástico compañero de equipo durante este Tour de Francia. Por cierto, un día él va a ganar el Tour y voy a estar allí junto a él para hacerlo". También ha declarado que "desde el momento en que cruce el Peyresourde me dejé ir, en ese momento fue la primera vez que me permití pensar que había ganado el Tour". La máquina perfecta que es el ciclista británico puede permitirse, en efecto, ese pensamiento a la vista de la general y de lo que queda de carrera:

1 Bradley WIGGINS SKY 78:28:02
2 Christopher FROOME SKY +2:05
3 Vincenzo NIBALI LIQ +2:41
4 Jurgen VAN DEN BROECK LTB +5:53
5 Tejay VAN GARDEREN BMC +8:30
6 Cadel EVANS BMC +9:57
7 Haimar ZUBELDIA AGIRRE RNT +10:11
8 Pierre ROLLAND EUC +10:17
9 Janez BRAJKOVIC AST +11:00
10 Thibaut PINOT Frace FDJ +11:46

Con la crono larga del sábado como único día en el que se marcarán distancias entre los favoritos, Wiggins puede respirar tranquilo. Ese día, además, podrá ir a por la etapa y a ampliar la ventaja. Demostrará, por cierto, que esa teoría que manejábamos antes del Tour sobre la imposibilidad de mantenerse tantos días de competición al más alto nivel no era cierta. Está claro que el ejemplo del Sky hará plantearse muchas cosas en el ciclism. Eusebio Unzúe, que de esto sabe un rato, dijo hace unos días que el equipo británico está revolucionando el ciclismo. Eso parece. Zubeldia, por completar la crónica, ha pasado hoy un mal día y retrocede hasta la séptima plaza de la general.

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