Gran preocupación en la familia ciclista por el futuro del Euskaltel-Euskadi. El emblemático conjunto vasco atraviesa por sus horas más difíciles y cunde el desánimo sobre la continuidad del proyecto. El domingo, el diario Deia informó de que el equipo habría dado al carta de libertad a sus corredores para buscarse equipo para la próxima temporada. Siempre según esta noticia, Mikel Astorkiza, director corporativo de Basque Cycling Pro Team, se subió al autobús del equipo antes del inicio de la Clásica de San Sebastián y les comunicó a varios corredores (Nieve, Antón, Izagirre, Landa, Oroz, Astarloza, Verdugo y Egoi Martínez, además de Igor González de Galdeano eran los que estaban en ese momento en el bus) "que tenían la carta de libertad, que podían empezar a buscarse otro equipo y que entendía que hacerlo era lo correcto, que no habría pegas".
Mazazo para toda la afición al ciclismo, que ve cómo peligra el futuro de un equipo único y absolutamente necesario. El pelotón sin la formación naranja no sería el mismo. Ojalá se resuelve todo pronto, aunque ciertamente parece casi misión imposible a estas alturas. En el Tour, sabíamos de la existencia de estos problemas. Por lo que se informaba, Euskaltel buscaba un copatrocinador para el equipo, después de la retirada de inversión pública del gobierno vasco. Sin embargo, ahora parece que la empresa telefónica querría directamente vender su licencia Pro Team a un nuevo inversor. Veremos.
14 corredores y 50 trabajadores alrededor del Euskaltel-Euskadi viven con angustia y tristeza esta situación. Un halo de esperanza dejan las declaraciones de Samuel Sánchez a Ciclo 21, en las que el corredor asturiano cuenta que él no sabe nada "de lo que sucedió en el autobús, en el que se comentó que a un grupo de ciclistas se les daba la carta de libertad por parte de un directivo del equipo. Samu, que prepara estos días su participación en la Vuelta Ciclista a España, cuenta que a él nadie le ha dicho que el equipo no vaya a seguir el año próximo, "por lo tanto, no estoy buscando equipo, pues me quedan dos años más de contrato". En declaraciones al citado medio, el corredor reconoce que "existe incertidumbre, pero a mí no me queda más remedio que darle al pedal, que tengo objetivos muy importantes en esta recta final del año.
El optimismo, o al menos la cautela de Samuel Sánchez ("hay tiempo para arreglar las cosas") contrasta con las malas vibraciones que tienen otros componentes del equipo. Por ejemplo, según la información de Deia que antes mencionaba, un miembro del staff técnico de la escuadra declaró antes de comenzar la Clásica de San Sebastián del pasado sábado que ésta era la última vez que el Euskaltel-Euskadi participaba en la carrera. Precisamente en declaraciones a Deia, Igor Antón expresa su tristeza por la situación que vive el equipo. "Aunque claro, por lo que escuchábamos era algo que se podía ver venir. Lo que pasa es que quieres creer que no puede ser que un equipo como este acabe de esta manera, de repente, sin que nadie haga nada por salvarlo", cuenta Antón. Ahora, añade, "la gran pena es que algunos tendremos suerte de poder seguir y otros no". Muy triste esta situación. Ojalá haya salvación sobre la bocina para un equipo histórico cuya desaparición dejaría un hueco imposible de llenar en el pelotón.
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