Previa del Tour de Flandes

Comienza un muy intenso fin de semana. Abril es sinónimo de primavera, de tardes con más luz, de mejor tiempo y, por supuesto, de clásicas ciclistas. Mañana se disputa el segundo monumento del año, el Tour de Flandes. Cita ineludible para los amantes del ciclismo añejo, el de los muros y los adoquines, el de las batallas a todo o nada en un día, el de los titanes que se baten el duelo sobre las piedras. Una clásica con historia centenaria que este año tendrá también un significado especial, de apoyo contra la barbarie terrorista que ha sacudido Bélgica recientemente. 

Antes, hoy, se disputa el Gran Premio Miguel Indurain en Navara, organizado como cada año en la localidad navarra de Estella. Final en alto, en la basílica de El Puy. Allí lucharán varios de los corredores que aspiran a ganar la Vuelta al País Vasco, que comenzará el lunes. Entre otros, Joaquim Rodríguez, Mikel Landa, Nairo Quintana, Adam Yates o David Arroyo. Mañana será el turno de la Vuelta a la Rioja, que se disputa en formato de carrera de un día. 


La carrera riojana se disputará por la mañana. La atención del universo ciclista se dirigirá entonces hacia el Tour de Flandes, allí donde el ciclismo es una religión venerada y la bandera del león de Flandes, un símbolo de la esencia de este deporte. La afluencia masiva de devotos que acuden a las carreteras y los tramos adoquinados belgas para asistir al paso de sus ídolos, de los corredores que parecen retar la paso del tiempo, sublevarse con el calendario. Rompen los relojes y se trasladan atrás. Al ciclismo heroico del pasado. A aquel en el que las piedras y el barro acompañan su marcha, en el que gana el más fuerte en una prueba feroz de resistencia. De Ronde. Palabras mayores. Templo sagrado del ciclismo, con sus muros míticos como el Paterberg. 

255 kilómetros de recorrido con 18 cotas, incluidos dos pasos por el Paterberg y el Koppenberg. En  1913 empezó a correrse esta carrera. Todo lo que le rodea habla de su grandiosidad. De su gigantesca y abrumadora historia. Primer domingo de abril. Siempre. Sin cambios. Con las piedras cada año un poco más desgastadas. Con más aficionados cada año jaleando a los gladiadores de la bicicleta. A partir de las 14 horas Eurosport emitirá la prueba. Las otras cotas son Oude Kwaremont, Kortekeer, Eikenberg, Wolvenberg, Molenberg, Leberg, Berendries, Valkenberg, Kaperij, Kanarieberg, Steenbeekdries, Taaienberg y Kruisberg/Hotond. 

Alexander Kristoff (Katusha), ganador de la edición del año pasado, buscará revalidar su título. El corredor noruego del conjunto ruso ha demostrado en Los Tres Días de La Panne, donde ganó una etapa y acabó segundo en la general, que llega al reto en plena forma. Pero no lo tendrá fácil. Enfrente, el gran dios del Olimpo de las grandes clásicas, el amo y señor de los adoquines. Fabian Cancellara (Trek) colgará la bicicleta este año y quiere hacerlo a lo grande. Ha ganado tres veces De Ronde (2010, 2013 y 2014) y este es uno de sus grandes objetivos del año. También será de la partida otro ciclista que ha ganado tres veces el Tour de Flandes. Aunque no conviene descartarlo, no parece que esté ya ni siquiera cerca de su mejor versión. Tom Boonen (Etixx-Quick Step) venció en 2005, 2006 y 2012. A su lado estará Zdenek Stybar, otro hombre a seguir en la primavera ciclista. 

Después de desquitarse de tantos segundos puestos en el comienzo de la temporada con su victoria en la Gante-Valona, Peter Sagan (Tinkoff) llega pleno de motivación al Tour de Flandes. Sería el primer monumento para el corredor eslovaco, siempre muy temido y vigilado por sus rivales. Así como en la Milán-San Remo, por su recorrido, es más difícil hacer pronósticos, pues el abanico de posibles vencedores suele ser más amplio, son pocos los ciclistas que pueden ganar De Ronde. En esa lista están también el joven Tiesj Benoot (Lotto-Soudal), Greg Van Avemaet (BMC), Sep Vanmarcke (Lotto-NL Jumbo), Michal Kwiatkowski y Geraint Thomas (Sky) o Edvald Boasson Hagen (Dimension Data). Protagonistas de uno de los mejores momentos de cada temporada. El segundo monumento del año. 

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