Mikel Landa volverá a liderar al Sky en el Giro de Italia. El escalador vasco, que tuvo que abandonar la edición de este año de la corsa rosa por problemas estomacales cuando marchaba bien situado en la general, volverá el próximo año, el del centenario, para intentarlo de nuevo. Allí se verá las caras con Vincenzo Nibali, quien comandará al nuevo Bahréin Merida, y con Fabio Aru, que ha decidido correr Giro y Vuelta, saltándose el Tour de Francia.
Sin duda, Landa será uno de los candidatos al triunfo final. El escalador ha demostrado que es un corredor solvente en las carreras de tres semanas. Tiene un Giro en las piernas. De hecho, fue precisamente en la ronda transalpina donde más claramente demostró esas cualidades en 2015, cuando concluyó tercero en la general. Entonces, Landa corría aún en el Astana, donde estuvo supeditado a las órdenes de Fabio Aru. Nunca sabremos qué habría pasado en ese Giro, que ganó Contador, si Landa hubiera tenido las manos libres para moverse a su antojo.
Aquel año ganó dos etapas del Giro, además de la jornada reina de la Vuelta Ciclista a España, por Andorra, yendo esta vez sí por libre, aunque después contribuyó a la victoria final en la general de Fabio Aru. Esta temporada ha sido algo más decepcionante para él, sobre todo, porque no le acompañó la salud en el gran objetivo del año. Con todo, ganó una etapa de la Vuelta al País Vasco y el Giro del Trentino más una victoria parcial en esta prueba transalpina.
Landa fichó por el todopoderoso Sky para poder liderar al equipo en grandes vueltas. Cerrado a cal y canto el Tour de Francia a otros líderes que no sean Chris Froome, como es lógico, es el Giro, la prueba más montañosa de las tres grandes, la que se presenta como su mejor opción. Una carrera, además, que se le ha resistido tradicionalmente al Sky. Siempre se le termina atragantando esta prueba a los jefes de filas que envía el conjunto británico.
El recorrido del próximo año del Giro, con una última semana apoteósica, llena de montaña. no le va mal a Landa, pues hay mucha montaña. Cierto es que le puede perjudicar que el último día, en lugar de la clásica etapa llana con nada en juego, se dispute una crono individual de 28 kilómetros. Hay más kilómetros contrarreloj en el Giro que en el Tour, pero aún así la carrera habrá de decidirse en la montaña, territorio para el nuevo intento de Mikel Landa, el vueltómano español que tendrá que tomar el relevo de Contador y compañía.
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