Kittel, tirano en Bergerac




Avasallando, sin dar opción alguna a sus rivales, con un dominio apabullante, con tiempo de sobra para alzar los brazos y detener el tiempo justo antes de cruzar la línea de meta en Bergerac, Marcel Kittel prolonga su tiranía en el Tour de Francia. La de hoy, deslumbrante e inconmensurable, ha sido una victoria apabullante. La etapa no ha tenido más interés durante la mayor parte de la jornada que la belleza del paisaje, pero el sprint de Kittel, esplendoroso, ha sido de los más arrolladores en mucho tiempo. El corredor del Quick-Step suma ya 13 triunfos parciales en la carrera francesa, lo que le permite superar a Erik Zabel como el ciclista alemán con más victorias en el Tour. 

Ha arrasado Kittel, como se superaba. Hasta se ha podido permitir llegar a la parte final de la etapa prácticamente solo, sin su treno habitual. Precisamente por eso, resulta menos comprensible que los equipos de los otros grandes velocistas no intentan algo diferente, como por ejemplo dar pelea de lejos metiendo a corredores en la fuga del día para intentar romper el guión no escrito de este tipo de etapas y poner a trabajar al equipo de Kittel. En vez de eso, hoy se ha visto escasa pelea para formar la escapada, que han compuesto dos reprensentantes del Wanty y del Fortuneo, equipos invitados del Tour. Elie Gesbert y Yoann Offredo han llegado tan lejos como han podido, pero la suerte estaba echada. 

Kittel, que se emociona tras cada triunfo parcial como si fuera el primero, no estará de acuerdo con este debate, pero resulta imperioso en etapas como la de hoy: qué sentido tiene que estas jornadas tendrán 200 kilómetros para vivir una llegada masiva. Tiene que haber oportunidades para todos los corredores, incluidos los velocistas, pero etapas como la de hoy no aportan demasiado espectáculo. De las jornadas de montaña decimos que hacen afición. Los días como los de hoy, más bien no. Las grandes vueltas se empeñan en los últimos años por reducir estás jornadas planas, pero al final cada año hay varios días sin casi nada que echarse a la boca.  Quizá unos segundos de bonificación extra para la general, por ejemplo, o la decisión de recortar el recorrido de estas etapas, podrían ayudar a hacer menos anodinas jornada cómo esta. 

Mañana, nueva ocasión para los velocistas, con una etapa en la que Kittel, más líder de la clasificación de la regularidad, volverá a ser el máximo favorito. 

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