Alaphilippe se sigue divirtiendo

Julian Alaphilippe, quién si no, ganó ayer la segunda etapa de la Vuelta al País Vasco. El corredor francés está en modo videojuego, con un dominio insultante. Sus ataques son impresionantes, incapaces de seguir por sus rivales. Él decide cómo y cuándo gana. Imponente. Demoledor. Magistral. Se sigue divirtiendo Alaphilippe, sigue abusando. Su estado de forma es soberbio y, hoy por hoy, no tiene rival en finales como el de la jornada de ayer en la Itzulia, que terminaba cuesta arriba en Gorraiz


Bjorg Lambrecht desafío la tiranía de Alaphilippe. Fue el primero en moverse en la recta final, cuando la carretera ya picaba hacia arriba. Poco pudo hacer el ciclista belga del Lotto-Soudal. Parecía que podría lograrlo, pero sólo porque Alaphilippe no había saltado todavía. Él medía los tiempos. Él sabía cuándo debía lanzar su demarraje. Ni antes ni después, se movió para ganar, para arrasar, sacándole una distancia de dos bicicletas a sus rivales. Inmenso. Intratable. Es la octava victoria del año para el corredor francés del Deceuninck-Quick Step, después de las dos etapas que ganó en la Vuelta a San Juan, de la victoria parcial del Tour de Colombia, de la Strade-Bianche, de las dos victorias que consiguió en la Tirreno-Adriático y de la Milán-San Remo

Básicamente, y por resumir, Alaphilippe está ganando prácticamente todo lo que quiere este año. Eso y un poco más. Su abrumador dominio recuerda al mejor Valverde, capaz de ganar casi en cualquier terreno e invencible en finales explosivos como el de ayer. Es el sucesor de Valverde, sí, salvando todas las distancias. La más obvia, que el francés tiene más punta de velocidad que el español, pero va peor en la montaña. Pero sí hay parecidos innegables entre ambos. Como Valverde durante tantas temporadas, Alaphilippe ha entrado en un modo ganador, venciendo allá donde compite. arrasando. 

La jornada de ayer en la Itzulia recordó por momentos a una de las muchas carreras que ha ganado Alaphilippe este año, la Strade-Bianche. Como en la clásica italiana, la organización de la carrera vasca decidió incluir ayer tramos de tierra. Fue un acierto, al añadir emoción y tensión en el pelotón. Varios equipos, como el Astana o el Sky, han intentado romper el grupo en estos tramos de sterrato, pero sin éxito. Una avería dejó cortado a Adam Yates, hasta ayer, el máximo favorito a la victoria final. Se dejó 1:12 en la línea de meta. Al frente de la general sigue Maximilian Schachmann, quien también buscó el triunfo parcial ayer, antes de que el tsunami Alaphilippe arrasara con todo. 

Antes del duelo entre Alaphilippe y el resto de los mortales en la línea de meta fueron protagonistas de la carrera Darwin Atapuma (Cofidis), Julien Bernard (Trek), Garikoitz Bravo (Euskadi Murias) y Julen Amézqueta (Caja Rural-Seguros RGA). Bravo llegó a ser líder virtual de la carrera, pero su aventura no llegó a buen puerto. 


Hoy, tercera etapa, con final en el Santuario de Nuestra Señora de Estibaliz, donde Alaphilippe, quién si no, volverá a ser favorito. 

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