Ion Izagirre asalta la Itzulia

Ion Izagirre conquistó ayer la Vuelta al País Vasco, sin duda, una de las victorias más especiales del corredor vasco del Astana. Por ser la carrera de casa y por la forma en la que lo consiguió. Fue una jugada maestra de su equipo, aguerrido como siempre, para desbancar del liderado a Emanel Buchmann. El ciclista alemán del Bora se defendió con garra, pero nada pudo hacer ante la embestida del equipo kazajo. Fue una de esas remontadas que engrandecen al ciclismo, que demuestran que todo puede cambiar en este deporte hasta que se cruza la línea de meta. Y todo ello, además, con el calor del público de Euskadi y con la belleza de los escenarios naturales del País Vasco. Ciclismo en estado puro. 


Marchaba por delante una fuga numerosa, que no abría camino. Astana marcaba un ritmo exigente en el grupo, dejando claro que no permitiría a la escapada marcharse hacia adelante, que quería ganas de fiesta. Cuando comenzó a ascenderse Azurki, de primera categoría, llegó el movimiento decisivo de la carrera. Atacó Jakob Fuglsang, que se llevó a su rueda a su líder, quien iba a incendiar la carrera, Ion Izagirre. Durante un tramo de la subida no tenían más de 10 metros de ventaja sobre el grupo del líder. Pero perseveraron. Buchmann se retorcía, intentaba no perder comba, aferrarse al amarillo. La dupla de Astana seguía tirando, en ese momento prodigioso y mágico del ciclismo, en el que todo puede ocurrir, porque el líder los veía muy cerca, la distancia era mínima, pero no logró cerrar el hueco. Ese segundo trascendental en el que todo se juega. 

Del grupo del líder saltó primero Adam Yates, facílisimo, y después Dan Martin y su compañero en el Emirates Tadej Pogacar. Dos Astana y dos Emirates en cabeza, junto a Yates, que ya en ese momento parecía el claro favorito a la victoria de etapa, ya que él no perseguía la victoria en la general, al encontrarse muy lejos del líder. 

Buchmann se empecinó en intentar recortar distancias él solo, sin esperar a que un tercer grupo, en el que llegaban sus compañeros Schachmann y Konrad, le alcanzara, para poder tener ayuda. Al final se detuvo y se dejó ayudar por ellos. Mantuvo el pulso. Obligó al grupo delantero, al que estaba poniendo patas arriba la carrera, a esforzarse al máximo hasta el final. Pero en el aire se respira ya el cambio de líder, el asalto al poder de Izagirre, el aroma de las estrategias valientes que salen bien. 

Como se esperaba, Adam Yates, desentendido de las luchas por la general, ganó la etapa, mientras que Ion Izagirre se proclamó ganador de la Itzulia, su tercera victoria este año, tras la general de la Volta a la Comunitat Valenciana y la etapa que ganó en París-Niza. El corredor vasco llevaba desde 2016 sin ganar, pero este año se está resarciendo a lo grande, dando otra victoria más al Astana, gran dominador de la primera parte de la temporada. El esfuerzo de Buchmann por intentar salvar el liderato tuvo al menos la recompensa de mantener un puesto en el podio. Terminó tercero, tras una reclamación, ya que inicialmente se había dado el tercer puesto a Fuglsang. Segundo fue Dan Martin. Concluyó así una apasionante Vuelta al País Vasco, cuya última etapa fue, sin duda, uno de los mejores días de ciclismo de lo que va de temporada. 

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