Monumental estreno de Battiol

Alberto Bettiol consiguió ayer su primera victoria como profesional. Eligió un buen escenario para su estreno, un escenario inmejorable, de hecho. Se impuso en solitario en el Tour de Flandes, el segundo monumento de la temporada, una de las carreras más carismáticas y legendarias de la historia del ciclismo. Bettiol, que lleva una primavera excelsa, demostrando en otras clásicas anteriores que ha nacido para batirse en duelo sobre los adoquines y en las cotas inhumanas de las carreras de un día por territorio belga, hizo bueno ayer el trabajo de sus compañeros del Education First y logró el primer triunfo de su vida, una victoria que muchos persiguen, sin alcanzarla, en años de carrera. 


Ganó Battiol porque fue el más fuerte. El ciclista italiano, de 25 años, atacó en la ascensión final a Kwaremont y nadie le pudo seguir. Se marchó en solitario hacia adelante y los hombres fuertes de la carrera, los verdaderos favoritos a la victoria, no pudieron ponerse de acuerdo para echar abajo su fuga. Antes de ese demarraje definitivo, sus compañeros Sep Vanmarcke y Sebastian Langeveld se metieron en sucesivos cortes del día, siempre con un ciclista de rosa en cabeza, siempre controlando la prueba. 

Vanmarcke encabezó la clásica belga hasta muy cerca de meta. A falta de menos de 40 kilómetros marchaba por delante, junto a Kasper Asgreen, que fue la sensación del Deceunicnk-Quick Step, el equipo de casa, la escuadra que suele llevar la voz cantante en la primavera ciclista, y a Dylan van Baarle, del Sky. Cazados los escapados, Battiol atacó. Por detrás hicieron un amago de organizarse para echar abajo su escapada varios de los candidatos a la victoria, como un muy astuto Alejandro Valverde, que finalmente fue octavo en su primera participación en De Ronde, Peter Sagan o Greg Van Avermaet

Pero Bettiol abría camino. Diez segundos, primero. Quince. Veinte. Inalcanzable. El llano hasta la meta, con el castigo inmenso en las piernas de los tramos adoquinados y los muros que acaban de ascender los ciclista, suele hacerse interminable. Pero Bettiol venció a la fatiga. En meta, emocionado, sólo alcanzaba a decir que aún no lo se creía, que no podía creérselo. Pero su incredulidad, que probablemente comparten no pocos espectadores, no debe ser tal. En ciclismo no siempre gana el más fuerte, pero ayer sí ocurrió exactamente eso. Había igualdad de fuerzas y, quizá, algo de conservadurismo entre los favoritos. Bettiol aprovechó esa circunstancia para lanzar un ataque explosivo, que le sirve para conseguir su primera victoria como profesional, y qué victoria.

Kasper Asgreen se llevó como merecido premio de consolación la segunda plaza, mientras que Alexander Kristoff terminó tercero. Fue un Tour de Flandes poco común, sin grandes exhibiciones, con emoción casi hasta el final. Una edición llena del color de siempre, con la devoción que muestran los seguidores belgas al ciclismo, y con un equipo brillante en su táctica, el Education First, que se reivindicó ayer como escuadra a tener en cuenta en la primavera ciclista. 

La fiesta fue ayer completa para el ciclismo italiano en el Tour de Flandes, ya que una hora antes del triunfo de Bettiol quien había alzado los brazos en meta en señal de victoria fue su compatriota Marta Bastianelli. La campeona de Europa se impuso a la holandesa Annemieck Van Vleuten. Tercera fue la danesa Cecilie Ludwig

El próximo domingo será el turno del tercer monumento de la temporada, la París-Roubaix, también conocida como el Infierno del Norte. 

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