Dijo ayer Eusebio Unzué que la ausencia de Chris Froome en la salida del Tour de Francia es algo así como si un rebaño se quedara sin pastor. El director deportivo del Movistar, que siempre habla caro, resumió a la perfección las sensaciones del pelotón a pocas horas de que comience la segunda gran vuelta de la temporada. Porque Froome es, por méritos propios, el patrón de esta carrera. Pero no conviene olvidar que el ciclista británico nacido en Kenia, que no podrá correr la prueba francesa por culpa de una caída, no fue el ganador del Tour el año pasado. El vigente campeón es su compañero de equipo Geraint Thomas, quien comandará al Ineos. También él sufrió una caída en las semanas previas a la ronda gala, pero en principio llega en buen estado a la carrera.
Además de contar con el vigente campeón de la carrera, el Ineos (antiguo Sky) se presenta en esta edición del Tour con un ciclista llamado a conseguirlo todo en este deporte, sin techo conocido: Egan Bernal. El ciclista colombiano, que iba a liderar al conjunto británico en el Giro pero tuvo que cambiar de planes por otra caída, es uno de los corredores más señalados. La pregunta no es tanto si puede ganar un Tour de Francia, sino más bien si puede ganar ya este año el Tour. De entrada, Thomas, defensor del título, será el jefe de filas del equipo. Junto a ellos, seis escuderos de lujo, con el poderío habitual del Ineos: Jonathan Castroviejo, Michael Kwiatkowski, Gianni Moscon, Wout Poels, Luke Roew y Dylan van Baarle.
Se presenta este Tour como el más abierto de los últimos años, por la ausencia de Froome, y puede ser así, pero la solidez del Ineos parece fuera de toda duda. También se presenta robusto el Movistar, que por avatares del destino repetirá la presencia de sus tres líderes (Nairo Quintana, Mikel Landa y Alejandro Valverde). En principio, el corredor colombiano es el indiscutible jefe de filas del equipo telefónico, pero Landa ya ha dicho que se ha recuperado muy rápido del esfuerzo del Giro, donde terminó cuarto y ayudó con lealtad al ganador final, Richard Carapaz. Valverde, que llega finísimo, ha declarado también que viene al Tour a ayudar a sus dos líderes. Para ambos trabajarán también Andrey Amador (que viene del Giro), Imanol Erviti, Nelson Oliveira, Marc Soler y Carlos Verona.
En ausencia de Tom Dumoulin, que era posiblemente el gran antagonista del todopoderoso Ineos, las miradas se dirigen al Movistar y también, claro, a las dos grandes esperanzas francesas de romper la sequía del país galo en su carrera: Thibaut Pinot (Groupama FDJ) y Romain Bardet (Ag2r), que acumulan un extra de presión en casa, si eso es posible. La escasa presencia de la contrarreloj en este Tour parece beneficiarlos. Otro nombre muy a tener en cuenta, candidato a todo, es Jakob Fuglsang, que liderará al Astana, un equipo que siempre da batalla. Junto a él, ente otros, estará la escuadra española del conjunto kazajo, con Luis León Sánchez, Pello Bilbao, Omar Fraile y Gorka Izaguirre.
Aunque será de la partida, Vincenzo Nibali, que viene de correr el Giro, se descarta para la lucha por la general. Enric Mas, segundo en la última edición de la Vuelta, no tendrá un equipo puesto a su servicio, ya que el Deceuninck Quick-Step lleva a Julian Alaphilippe y a Elia Viviani como cazadores de etapa, pero se espera mucho de él en esta carrera. Steven Kruijswijk (Jumbo-Visma), Rigoberto Urán (Education First), Adam Yates (Mitchelton Scott), Dan Martin y Fabio Aru (UAE Team Emirates) y Richie Porte (Trek-Segafredo) son otros nombres a tener en cuenta.
Pero el Tour no sólo vive de aspirantes a vestir de amarillo. También ciclistas de otras especialidades que están igualmente llamados a ser protagonistas de la carrera, como el citado Viviani, Wout Van Aert, Peter Sagan, Greg Van Avermaet, Iván García Cortina, Rohan Dennis, David Gaudu, Alberto Bettiol, Rui Costa, Michael Matthews, Jesús Herrada, Lilian Calmejane, Ilnur Zakarin, Edvald Boasson Hagen o el flamante campeón de Francia de ciclismo en ruta, Warren Barguill. Prácticamente, el quién es quién del pelotón internacional.
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