Roglic suma y sigue

Como cada año cuando la temporada ciclista toca a su fin, la atención se dirige hacia Italia, con las clásicas previas al último monumento del año, Il Lombardía, que se disputará el próximo sábado. Hace unos días, Primoz Roglic demostró en el Giro dell'Emilia que seguía con sed de victorias. Hoy ha dejado claro que no se ha saciado, todavía no. Mientras quede una carrera por delante, el exsaltador de esquí seguirá buscando redondear un 2019 de ensueño. El corredor esloveno ha ganado con autoridad los Tre Valli Varesine, los Tres Valles Varesinos, una prueba emocionante y con una magnífica participación que, tristemente, ha marcado el error de una moto de la organización que ha desviado por error al grupo perseguidor, en el que marchaban los mayores favoritos. 


Pocas veces se ha visto algo igual en una carrera profesional del máximo nivel. Marchaba Luis León Sánchez por delante. El corredor murciano del Astana contaba con una victoria de unos 15 segundos respecto al grupo perseguidor en el se encontraban los máximos aspirantes a la victoria final. Entre otros, Alejandro Valverde, Davide Formolo, Michael Woods o Vincenzo Nibali. Los corredores se fueron tras una moto de la organización que no siguió el recorrido establecido. Para cuando quisieron darse cuenta del error, la carrera había terminado para ellos. Un fallo imposible de justificar en una prueba como esta. 

El error de la organización dio alas a Luisle, pero no le dejó la victoria en bandeja, ni mucho menos. El grupo de los grandes favoritos se había quedado sin opciones, pero en persecución del corredor del Astana quedó un grupo en el que también marchaban ciclistas con aspiraciones. El Ineos tiró con fuerza para Gianni Moscon, lo que propició que la ventaja de Sánchez se fuera reduciendo a marchas forzadas. 

Fue a falta de 700 metros cuando la aventura del corredor del Astana tocó a su fin. Se formó entonces un cuarteto de cabeza con Primoz Roglic, Gianni Moscon, Pierre Latour y Jakob Fuglsang, compañero de Luisle en el conjunto kazajo, que buscaba rematar la faena y tomar el relevo de su coequipier. Pero Roglic tenía otros planes. Le sabían a poco las doce victorias conseguidas este año, así que atacó y dejó sentados a sus rivales. Un demarraje durísimo, seco, imposible de seguir, con el que consiguió un nuevo triunfo. Sencillamente espectacular, por más que el error de la moto de la organización dejara un mal sabor de boca. 

El ciclismo sigue en Italia, en la senda hacia el último monumento del año. Hoy es el turno de la Milán-Turín, que emitirá Eurosport a partir de las 14:45. 

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