Como decíamos ayer, este Tour de Francia se presenta como un duelo entre el Ineos de Egan Bernal y Richard Carapaz y el Jumbo-Visma de Primoz Roglic y Tom Dumoulin. Todo lo que no sea una victoria de uno de estos dos equipos sería una sorpresa mayúscula. El resto de favoritos, pues, tomará la salida de la ronda gala en Niza con la intención de protagonizar esa sorpresa, de abrirse hueco entre los sólidos bloques de los dos equipos más potentes de la prueba.
Existe el riesgo de que el Ineos y el Jumbo-Visma bloqueen la carrera. Algo de eso vimos ya en el Dauphiné, donde costó presenciar ataques de ciclistas de otros equipos, hasta que las sucesivas retiradas de Bernal y Roglic provocaron un vacío de poder que aprovechó Daniel Martínez para llevarse la victoria. En manos de esos otros ciclistas está desafiar al Ineos y al Jumbo-Visma, buscar alternativas, intentar sacar partido del marcaje entre ambos equipos. No será fácil, pero si quieren ganar el Tour tendrán que ser creativos.
Uno de los primeros nombres que se vienen a la cabeza a la hora de hablar de esos otros candidatos a la victoria más allá de los líderes de los dos equipos más fuertes es Thibaut Pinot. El ciclista francés del Groupama-FDJ se retiró el año pasado del Tour por molestias en una rodilla cuando rodaba como nunca se le había visto. Es un luchador y el recorrido, con sólo una contrarreloj y, encima, con un puerto integrado en la crono, le beneficia. La otra gran baza francesa será Romain Bardet, que liderará por última vez al Ag2r, ya que el próximo año cambiará de aires y correrá en el Sunweb.
Naito Quintana, eterno aspirante, llega este año al Tour con la motivación extra del cambio de equipo. En el Arkéa-Samic es líder absoluto, sin compartir galones con nadie, a diferencia de lo que le ocurría en Movistar. Y eso parece sentarle bien. Fue uno de los ciclistas con más victorias antes del parón a causa del coronavirus, ya que ganó el Tour de la Provence, más una etapa; el Tour de los Alpes Martítimos y de Var, más una etapa, y una etapa en la París-Niza.
Similar situación tiene Mikel Landa, excompañero de Quintana en el Movistar. Será el líder único del Bahrein-McLaren y en el Dauphiné mostró un gran estado de forma, hasta que unas molestias en la espalda le dejaron KO en la última etapa, cuando marchaba con opciones reales de lograr la victoria. Muchos seguimos pensando que Landa tiene una gran vuelta en las piernas. Pasan los años y las oportunidades, esa esperanza se desvanece poco a poco, pero el landismo sigue vivo. Además, tendrá a su lado a Pello Bilbao, Damiano Caruso y Wout Poels como gregarios de lujo.
El antiguo equipo de Quintana y Landa, por el contrario, no transmite excesivas buenas sensaciones, más bien, todo lo contrario. Ni Alejandro Valverde ni Enric Mas estuvieron entre los mejores en el Dauphiné y llegan al Tour envueltos en dudas.
En teoría, el candidato de Astana será Miguel Ángel López, quien estará muy bien secundado por los hermanos Ion y Gorka Izagirre, Omar Fraile y Alexey Lutsenko. Emanuel Buchmann parece recuperado de la caída que le obligó a abandonar el Dauphiné. El ciclista del Bora fue cuarto el año pasado en el Tour. A su lado estará Peter Sagan, que buscará etapas y su maillot verde, y un sensacional Lenard Kamna, que llega en un gran estado de forma. El UAE estará liderado por Fabio Aru, a quien apenas se ha visto destacar este año, y por Tadej Pogacar, que fue de menos a más en el Dauphiné y que ya sabe lo que es estar entre los mejores en una gran vuelta, pese a su insultante juventud.
Julian Alaphilippe, la gran sensación el año pasado por lo mucho que resistió con el maillot amarillo de líder en la edición del año pasado, más parece pensar esta vez en triunfos de etapa que en luchar por la general. En cualquier caso, él será la referencia del Deceuninck-Quick Step. Adam Yates y Esteban Chaves serán las bazas del Mitchelton-Scott, mientras que Rigoberto Urán y Daniel Martínez serán las referencias del Education First. Richie Porte, del Trek, luchará contra todos estos rivales y contra su habitual falta de regularidad y consistencia en las pruebas de tres semanas, pero siempre es un nombre a tener en cuenta. El Cofidis de Jesús Herrada presenta al joven francés Guillaume Martin como el ciclista más en forma del equipo. Se le ha visto francamente bien en las carreras previas al Tour, al lado de los mejores en el Dauphiné.
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