Dos días después de proclamarse campeona del mundo contrarreloj, Anna van Der Breggen ha ganado el Mundial en ruta. Un doblete sensacional para la ciclista neerlandesa, que también viene de ganar el Giro de Italia femenino. Ha sido una victoria incontestable, absolutamente soberbia, tras marcharse en solitario en la penúltima vuelta a un circuito muy duro. Hay que agradecerle a la Federación italiana de ciclismo que haya organizado un recorrido tan espectacular en Imola como solución de emergencia para que se pudiera disputar este año el Mundial tras la suspensión del campeonato que iba a organizar Suiza, por culpa del coronavirus.
El Mundial es la carrera más especial de cada año y este 2020 pandémico no lo es menos. Ya sólo el hecho de ver a ciclistas portentosas de distintos equipos corriendo juntas un día al año, con los colores nacionales, es un aliciente importante. Como lo es el hecho de que quien vence en el Mundial viste el maillot arcoíris toda la temporada siguiente. Y el calor del público, con el colorido de aficiones de todo el mundo, aunque este año el virus reduce en gran medida esa afluencia de público. La tensión de vivir una carrera de un día, donde todo se decide en cuestión de horas, donde la estrategia es muy importante, hace el resto y redondea los atractivos el Mundial. Siempre es importante que, además de todo eso, el Mundial tenga un recorrido a la altura de la cita. Este circuito de Imola lo está sin ninguna duda, cómo se ha demostrado en la prueba de hoy.
Antes del triunfo de Van Der Breggen se formó una escapada de nueve ciclistas que inició la canadiense Jackson y a la que se sumaron la española Mavi García (muy presente en la carrera), la neerlandesa Pieters, la italiana Ragusa, la alemana Brennauer, la estadounidense Wiles, la británica Barnes, la francesa Labous y la luxemburguesa Majerus. La esloveno Bujak saltó del pelotón para intentar llegar a su altura, aunque no lo logró.
La diferencia del grupo delantero superó los dos minutos y parecía que habría opciones reales de victoria para las fugadas, pero las selecciones de Australia, primero, y sobre todo la de País Bajos, después, terminaron con las esperanzadas de la escapada. Aunque la neerlandesa Pieters estaba en esa fuga, a la selección naranja no le valió la escapada y decidí romper la carrera en pos de las opciones de Van Der Breggen y de Van Vleuten. A 41 kilómetros aceleró una inmensa Van Vleuten, con su muñeca vendada tras la fuerte lesión sufrida en el Giro Rosa. Se rompió la muñeca y fue operada, todo el mundo daba por hecho que no estaría en condiciones de disputar el Mundial, pero aquí ha estado, siendo protagonista, como siempre.
Tras su acelerón atacó Van Der Breggen, que se fue en solitario. Se quedaron en su persecución Van Vleuten, la italiana Longo Borghini y la danesa Utttrup Ludwig. Luego llegó a su altura la británica Deignan. No hubo entendimiento en ese grupo, donde el resto de perseguidores recelaba de Van Vleuten, quien, naturalmente, no dio ni un relevo, ya que su compatriota Van der Breggen iba por delante.
En el último repecho de la última vuelta del circuito llegó un descomunal ataque de Longo Borghini, que corría en casa, y quien fue seguida por Van Vleuten. Las dos se marcharon hacia adelante y colocaron, convencidas de que si se entendían, la dos subirían al podio y se llevarían medalla de esta prueba mundialista. En un sprint muy ajustado ganó la plata Van Vleuten, poco después de que Van Der Breggen ganara la carrera en solitario. Completó la fiesta neerlandesa Marianne Vos, que ganó el sprint del grupo perseguir y terminó cuarta.
Mavi García terminó finalmente en el puesto 18 y Ane Santesteban, en el 26.
Y mañana, Mundial masculino en ruta, con Valverde como jefe de filas de la selección española, y con Wout Van Aert, Tadej Pogačar, Marc Hirschi, Primoz Roglic, Julian Alaphilippe y Jakob Fuglsang entre los candidatos. Hoy hemos visto el circuito es muy exigente y a eso se suma la previsión de lluvia, que endurecerá aún más la carrera.
Eurosport y Teledeporte emitirán la prueba íntegra desde las 9:40.
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