La segunda etapa del Tour de la Provenza ha sido muy accidentada. La lluvia y los nervios de la parte final de la carrera han provocado una sucesión de caídas en la que se han visto implicados varios de los ciclistas de más renombre del pelotón, como Julian Alaphilippe y Alexandr Vlasov, que se fueron al suelo a un kilómetro de la meta.
El día empezó siguiendo el guión habitual de este tipo de etapas, con una fuga de buscadores de gloria que saben que lo tendrán difícil para vencer al pelotón, pero que logran protagonismo para su equipo durante buena parte del día. Cousin, Grosu, Leroux, Conca y Bleier fueron los componentes de la fuga. El que más resistió en cabeza fue Conca. Una vez fue neutralizado, lo probaron Vermeersch y Jorgenson, que no llegaron muy lejos. Este último también se metió en el sprint final, pero sufrió otra de las muchas caídas del día.
Davide Ballerini, vestido con el colorido maillot de líder de la carrera, lanzó el sprint muy lejos, pero no cedió ante el empuje de Giulio Ciccone, segundo, y Alex Aranburu, tercero.
Ballerini se mantiene como líder de la carrera, aunque poco podrá hacer mañana en la tercera y decisiva etapa, con final en Chalet Reynard, de 14,6 kilómetros de ascensión al 7,6%. Será el momento de poner a prueba a los grandes nombres presentes en la carrera francesa, como Egan Bernal, ahora décimo en la general, al que se ha visto muy delante en la parte final de la etapa de hoy y que tiene hambre y ganas de demostrar que está de vuelta y que lo del año pasado fue sólo una crisis puntual.
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