Estamos en febrero pero el ganador del pasado Tour de Francia ya asusta a sus rivales. Tadej Pogacar ha ganado con autoridad la tercera etapa del UAE Tour, con final en alto, en Jebel Hafeet. Se ha impuesto a Adam Yates, que ha lanzado un ataque poderoso tras el trabajo previo del Ineos, el equipo que quiere recuperar el trono de París, perdido el año pasado precisamente frente al joven corredor esloveno del UAE Emirates.
Yates ha intentado descolgar a Pogacar poniendo un ritmo muy exigente en la ascensión. El vencedor del pasado Tour, que ya era líder tras la contrarreloj de ayer, aguantó sin aparente complicación. No dio ni un relevo a Yates, porque él no necesitaba ampliar más la distancia respecto a sus rivales, porque le iba bien así. Resistió la marcha del británico y, ya en la línea de meta, atacó para lograr su primera victoria del año.
Las distancias en la etapa han sido muy amplias. Queda claro que estamos a principio de temporada y que ascensiones como esta se le pueden atragantar a más de uno, sobre todo, en esta fase del año en la que todos intentan ir encontrando su golpe de pedal. Hoy Pogacar y Yates han estado en un nivel muy superior al resto. Han sido ellos dos y, a gran diferencia, todos lo demás. Conclusiones, pues, se pueden sacar pocas a estas alturas de la temporada, por más que ver en el comienzo de la ascensión a Sepp Kuss atacando y a Pogacar respondiendo nos recordara al pasado Tour de Francia.
Tras la etapa de hoy, y aunque el UAE Tour no termina hasta el sábado, la general queda muy definida, prácticamente sentenciada, con Pogacar líder con una ventaja de 43 segundos sobre Yates y 1:03 sobre Joâo Almeida, quien hoy no ha podido seguir el ritmo de los dos más fuertes de la carrera.
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