Volta. 100 años de ciclismo

 

La Volta a Catalunya celebrará este año su edición centenaria, después de que en 2020 tuviera que suspenderse por culpa de la pandemia de Covid-19. La celebrará, claro, si la maldita pandemia lo permite. De entrada, su intención es que la prueba se dispute del 22 al 28 de marzo. Ojalá. De momento, lo que sí ha llegado es el documental que celebra esta efeméride, Volta. 100 años de ciclismo, que se puede ver en Movistar. El documental, dirigido por Jon Herranz y Gerard Peris, cuenta con testimonios de ciclistas que han sido grandes protagonistas de la carrera a lo largo de su historia, como Miguel Indurain, Alejandro Valverde, Marino Lejarreta, Joaquim Rodríguez o Chris Froome, pero también del periodista Carlos Arribas, del director deportivo de la Volta, Rubèn Peris, o del director del Tour de Francia, Christian Prudhomme

Es un documental muy interesante, y eso que en su primera mitad echo en falta un poco más de historia de la Volta y en la segunda creo que se enreda demasiado con el clásico debate sobre los pinganillos y cómo ha cambiado el ciclismo estos últimos años. En cualquier caso, es atractivo, para empezar, porque muestra cómo es el interior de una carrera ciclista y todo el trabajo invisible que lleva detrás. Comienza, de hecho, con la reunión de directores del día previo a comenzar la prueba, en la que se dan los dorsales y se coordina a los voluntarios de la carrera, ese gran circo ambulante. 

Las imágenes que ilustran el documental, tanto las actuales como las antiguas, son magníficas. Carlos Arribas cuenta que el ciclismo aporta poesía, épica, rebeldía. Prudhomme afirma que el ciclismo está hecho para la televisión, pero que va incluso más allá, que él lo concibe como cine. El documental está articulado en base a distintos conceptos. Por ejemplo, la importancia del equipo. Froome afirma que es un gran error considerar al ciclismo como un deporte individual, porque tener un buen equipo con el que te entiendes y en el que estás a gusto marca la diferencia entre ganar y perder. Unzué, director del Movistar, cuenta que el ciclismo es un deporte curioso, porque es de equipo y generoso como ningún otro, pero en él también son individuales las victorias. 

También se habla de las cualidades innegables de la Volta, que Froome define como un mini Tour, porque los ciclistas se pueden medir en todos los terrenos. También Valverde alaba la carrera, porque sirve igual para la preparación de quien piensa en las Ardenas como para los ciclistas que acudirán al Giro, o incluso los que empiezan a prepararse para el Tour. Prudhomme dice que Cataluña tiene todo lo que un organizador de una prueba ciclista puede soñar. 

En el documental se debate igualmente sobre la rentabilidad del ciclismo y la importancia de la entrada de la televisión para dar más difusión a este deporte y, con ella, para fomentar el turismo, el gran intangible de este deporte. Rubèn Peris explica que se piensa en las imágenes televisivas a la hora de formar los recorridos. Peris reconoce que la Volta no es rentable, que sólo cubren gastos, pero que sí hay una rentabilidad intangible en cuanto a la difusión turística de Cataluña en el mundo. 

Un poco más trillado está otro de los debates que plantea el documental, el relativo a cómo ha cambiado el ciclismo en los últimos años. El famoso pinganillo con el que los directores de equipo se comunican con los ciclistas y todo eso. Creo que se tiende a idealizar demasiado el pasado. No sé si esas etapas llanas maratonianas de hace años en el Tour, por ejemplo, eran de verdad más espectaculares que las etapas de hoy. Antes se atacaba más, es posible, pero estas comparaciones entre las épocas no parecen demasiado justas. También antes los ciclistas no tenían mecánicos ni hoteles en los que alojarse. Y, por supuesto, los ciclistas antes no vivían de correr, eran meros aventureros, y ahora el ciclismo es un gran negocio del que viven muchas personas. 

Bahamontes mantiene su habitual postura cascarrabias y nostálgica. Dice que los directores deportivos se están cargando el ciclismo, nada menos. Más razonable parece la posición de Pedro Delgado, quien reconoce que el pinganillo puede reducir el espectáculo, pero no es realista pretender que se prohíban avances técnicos en el ciclismo, porque sería algo así como prohibir a los periodistas usar Internet para escribir sus crónicas. A veces la añoranza es muy tramposa. En todo caso, el documental sobre la Volta es realmente interesante, más allá de esta discusión, que bienvenida sea siempre y cuando se aporten propuestas para mejorar el ciclismo y hacerlo más atractivo, en vez de regodearse en la nostalgia de un tiempo pasado que posiblemente no fue como se recuerda. Un documental que celebra la Volta, carrera centenaria, y con ella, a todo el ciclismo. ¡Feliz 100 cumpleaños!

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