Asgreen deslumbra en la E3 Harelbeke


Viernes de sesión doble de ciclismo, con la quinta etapa de la Volta a Catalunya y con la E3 Harelbeke, ahora llamada E3 Saxo Bank Classic por obra y gracia del patrocinio. La clásica belga ha sido espectacular y ha terminado con la victoria de Kasper Asgreen (Deceuninck-Quick Step) aunque no de la forma en la que cabría esperar cuando faltaba más de una hora para el final de la prueba y el campeón danés marchaba en cabeza. Atacó a más de 60 kilómetros del final y a medida que iba pasando el tiempo parecía que se acercaba una victoria en solitario tras una enorme exhibición. No parecía que Asgreen fuera a ser cazado, pero cuando fue neutralizado, parecía aún más improbable que ganara. Pero ganó tras atacar a unos tres kilómetros de la meta. Victoria sensacional y más que merecida tras  un recital enorme. 


Los ataques se sucedieron, mientras Asgreen estaba n cabeza. A unos 57 kilómetros de meta se lanzó Van der Poel, poco después de que se moviera Iván García Cortina, quien después no logró entrar en los siguientes cortes decisivos. No cuajó aquella escapada lanzada por el ciclista neerlandés, a quien siguió Van Aert, pegado todo el rato a su rueda. Sí se formó un sexteto perseguidor con Sénéchal, Naesen, Hallen, Vermeersch, Turgis y Hoelgaard. 


En el Paterberg, situado a 40 kilómetros del final. volvieron a la carga Van Aert, Van der Poel, Van Avermaet y Stybar, quienes alcanzaron a los seis ciclistas que marchaban en persecución de Asgreen en el Viejo Kwaremont. Tras ellos, Lampaert y Van Baarle, que también les dieron caza. Pero Asgreen seguía en cabeza. El momento decisivo de la clásica fue la última ascensión, situada a 19 kilómetros del final. Y ahí atacó, quién si no, Van der Poel, el que nunca se rinde, el ciclista de cuidado juego. En un primer momento le siguió Van Aert, pero poco después el ciclista belga reventó. 


Quedaron solos en persecución de Asgreen el propio Van der Poel, claro, junto a dos ciclistas del Ag2r Citroën (Van Avermaet y Naesen) y otros dos del Deceuninck-Quick Step (Sénéchal y Stybar). Luego entró Van Baarle, que mantuvo las opciones del Ineos después de que Pidcock se descolgara antes de la parte decisiva de la carrera. 


Naturalmente, los dos compañeros de Asgreen en el Deceuninck no tiraron para darle caza, pero aún así terminó siendo neutralizado. Los seis ciclistas de cabeza colaboraron, para evitar que el grupo de Van Aert les alcanzara, hasta que a falta de tres kilómetros de la meta volvió a atacar Asgreen, después de más de 50 kilómetros escapando. Abrió hueco, sorprendió a todos y terminó ganando en solitario. Una victoria sensacional, sin duda, una de las mejores de su carrera deportiva. Un triunfo más del Deceuninck que es una máquina perfectamente engrasada en las clásicas. El domingo será el turno de la Gante Wevelgem. 



Antes del desenlace de la clásica belga, que tanta emoción nos ha regalado, se ha vivido una muy interesante sexta etapa de la Volta a Catalunya. 
Lo ideal en una carrera por etapas es que la lucha por la general esté disputada y muy abierta hasta el final. Ésa es la batalla principal, pero no la única, y a veces no la más divertida. En la Volta la general está más que sentenciada, o eso parece, dado el dominio del Ineos, por lo que los equipos han decidido centrarse hoy en la disputa de la victoria parcial de la quinta etapa de la prueba catalana. 


Se formó un cuarteto de escapados con Matej Mohoric (Bahrain- Victoriois), Rémi Cavagna (Deceuninck Quick Step), Ide Schelling (Bora) y Thymen Arensman (DSM), pero tras ellos venía un grupo de 40 corredores, entre los que estaban David De la Cruz (UAE), Marc Soler (Movistar), Bob Jungels (Ag2r Citroën), Mikel Bizkarra (Euskaltel-Euskadi), Steven Kruijswijk (Jumbo-Visma), Nicolas Edet (Cofidis), Lennard Kämna (Bora), Carlos Verona (Movistar) y Oscar Rodríguez (Astana). Casi nada. 


Cavagna, el TGV, el tren de alta velocidad, se fue solo en cabeza y por momentos parecía que iba a firmar una victoria tras una larga escapada semejante a la que estaba encaminado Asgreen, compañero de equipo, en la E3 Harelbeke. Es un auténtico espectáculo ver rodar al corredor francés, que sin embargo se vino abajo en la ascensión a Montserrat. Justo cuando se estaba coronando el puerto lo cazaron Bizkarra, que era el mejor clasificado de la general a cuatro minutos de Yates, y Reinchenbach. Luego llegaron otros miembros de la fuga. Verona se fue solo, soñando con la primera victoria del año del Movistar, pero a 10 kilómetros le alcanzaron. Al que nadie dio caza fue a Lennard Kämna, que ganó la etapa en solitario. Un triunfo más que merecido, sobre todo, por la perseverancia del ciclista alemán, que también entró en la escapada de la primera y de la cuarta etapa. 




Mañana, etapa de media montaña entre Tarragona y Mataró antes de la jornada final en Barcelona, con el clásico circuito en Montjuic. 

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