Doblete del Jumbo en la Gante-Wevelgem



Dice la tradición que el domingo de Ramos hay que estrenar algo y Wout Van Aert ha decidido estrenar su palmarés de victorias en casa, en Bélgica, al ganar la Gante-Wevelgem, que suma a sus dos etapas en la Tirreno-Adriático. También de estreno, su compañera de equipo en la escuadra femenina del Jumbo-Visma, Marianne Vos, ha logrado su primer triunfo de la temporada, igual que hizo unas horas antes Thomas De Gent, ganador de la etapa final de la Volta a Catalunya.


Vamos por partes. La Gante-Wevelgem comenzaba con la noticia de que el equipo Trek, donde milita el vencedor del año pasado, Mads Pedersen, no podía tomar la salida por culpa de un positivo por coronavirus en la escuadra. En tiempos de pandemia,  el ciclismo está dando un ejemplo de control y responsabilidad. Cuando se detecta algún caso en las constantes pruebas que se realizan los corredores y los miembros de los staffs de los equipos. 


En lo estrictamente deportivo, la clásica belga fue una prueba de supervivencia, con los sucesivos tramos adoquinados cuesta arriba ejerciendo de jueces. Se formó un primer  grupo con Bauer, Bennett, Bissegger, Bystrøm, Colbrelli, De Buyst, Dupont, Erviti, Fedorov, Golas, Küng, Lecroq, Lemoine, Mas, Matthews, Mezgec, Nizzolo, Rex, Rutsch, Stannard, Sütterlin, Trentin, Van Aert, Van Hooydonck y Van Poppel, del que saldría el vencedor final. A 52 kilómetros se hizo una nueva selección y quedaron por delante tan sólo Bennet, Van Aert, Van Poppel, Van Hooydonck, Matthews, Colbrelli, Nizzolo, Trentin y Küng. 


Van Aert, gran favorito, llevaba además a su compañero de equipo Van Hooydonck. El corredor belga era el más rápido del grupo a excepción de Sam Bennett, que estaba firmando una carrera sensacional y que se acercaba a una opción real de ganar esta prestigiosa clásica. Sin embargo, tras un ataque de Van Aert a menos de 15 kilómetros, Bennett reventó. Se quedó extenuado el ciclista irlandés del Deceuninck-Quick Step y perdió cualquier opción de victoria. En el sprint se impuso Van Aert con tanta antelación y con tanta ventaja que hasta su compañero alzó el brazo celebrando la victoria unos metros por detrás de los ciclistas que se jugaron el triunfo en la volata. Es, lo dicho, la tercera victoria de lo que va de temporada para Van Aert, tras las dos etapas que ganó en la Tirreno-Adriático. 



La edición femenina de la Gante-Wevelgem ofreció un final lleno de emoción, de esos con intriga hasta los metros finales, gracias al pulso que plantearon las italianas Paladin y Longo Borghini al grupo de las favoritas. Llegaron a tener medio minuto de ventaja y al final mantuvieron un puñado de segundos de renta. Sólo en el kilómetro final se terminó el sueño de las dos escapadas. El sprint estaba cantado. 


Hubo muchas alternativas en la prueba. A falta de 27 kilómetros, cuando marchaba en cabeza un grupo numeroso, lo probó Anna Henderson, compañera de equipo de Marianne Vos en el Jumbo-Visma. Fue cazada a 20 kilómetros de la meta y después llegó el movimiento de Paladin y Longo Borghini. Tras ese arreón, sólo les perseguía un grupo de siete con Henderson, Guazzini, Majerus, Pieters, Deignan, Van Dijk y Balsamo, pero el grupo perseguidor se rearmó y los equipos de las más rápidas colaboraron para terminar con la fuga de la dupla italiana. En el sprint se impuso con autoridad una inmensa Marianne Vos. 



El primer baile de esta fiesta ciclista del día se dio en un escenario bellísimo, Barcelona y el clásico circuito en Montjuic. La etapa, final de esta edición centenaria de la Volta cuyo balance es más que positivo, tuvo dos carreras en uno. De una parte, la disputa por la etapa, y de la otra, la de la general, concretamente, la del podio, porque la victoria y el segundo puesto parecían más que sentenciados.  

La etapa se la habrían de disputar los componentes de una escapada muy numerosa, en la que estaban, entre otros, Nicolas Edet y Fernando Barceló (Cofidis), Daniel Martin (Israel), Sébastien Reinchenbach (Groupama-FDJ), Luis León Sánchez (Astana), David De la Cruz (UAE), James Knox (Deceuninck-Quick Step), Rigoberto Urán (EF), Matej Mohoric y Hermann Pernsteiner (Bahrain), Juanpe López (Trek), Juanjo Lobato (Euskaltel-Euskadi), Thomas De Gent (Lotto-Soudal) y Marc Soler, Sergio Samitier y Dario Cataldo (Movistar), entre otros. En la primera subida a Montjuic lanzaron sendos ataques Pernsteiner, primero, y De Gent, después, al que alcanzó Mohoric. Los dos se entendieron bien y prácticamente desde ese momento sentenciaron la etapa. El triunfo parcial era cosa de dos. Se dio la circunstancia de que Mohoric esperó a De Gent en cada descenso, donde sacaba unos metros al ciclista belga, pero en la vuelta final al circuito De Gent, astuto y veterano, le sorprendió y se marchó en solitario para lograr la victoria. Con De Gent ocurre lo mismo que sucede con Sagan, vencedor de la etapa anterior: todos los aficionados al ciclismo se alegran especialmente por sus triunfos. Un corredor único, con un olfato especial. 






La lucha por la general no dio mucho juego, y eso que el Movistar sí lo intentó, ya que aceleró el gran grupo en pos de Alejandro Valverde. El corredor murciano lo intentó, ayudado por un magnífico Carlos Verona, pero el Ineos no cedió. El equipo británico concluyó la prueba catalana copando el podio con Adam Yates, Richie Porte y Geraint Thomas. 

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