Pogacar y Roglic se retan en la distancia




Estamos en marzo, pero de alguna forma el Tour de Francia ya se está empezando a disputar. El ganador del año pasado, Tadej Pogacar, y el segundo clasificado al que aquel venció contra todo pronóstico en el penúltimo día, Primoz Roglic, han ganado la etapa reina de la Tirreno-Adriático y de la París-Niza, respectivamente, batiéndose en la distancia, retándose a falta de casi cuatro meses para que comience la Grande Boucle. 


Roglic siempre ha sido un ciclista ganador y explosivo, que no deja pasar ninguna ocasión de sumar una victoria, pero lo ocurrido en el Tour del año pasado le ha hecho ser aún más ambicioso. Roglic tiene hambre de triunfos. De aquella derrota en la contrarreloj de la Planche des Belles Filles ha sacado un espíritu aún más combativo, una forma de correr que se parece más a la de Merckx que a la de Indurain, es decir, más a la del caníbal que ganaba todo lo que podía que a la del ciclista navarro, quien acostumbraba a dejar de ganar etapas en favor de otros ciclistas, porque tenía claro cuál era su objetivo principal y no le daba tanta importancia a las batallas secundarias. 


Roglic quiere ganar más y más. Allá donde pueda vencer, vence. Para resarcirse de lo ocurrido en el Tour, en aquel día histórico en el que perdió un maillot amarillo que parecía tener ganado. Corre con la rabia del campeón herido, que ha sido derrotado y quiere curarse a base de victorias. Dos etapas llevaba ya ganadas en esta París-Niza, era líder sólido y tenía distanciados a sus rivales, pero eso no le ha impedido saltar a por la victoria de la etapa de hoy, con final en La Colmiane. Por delante marchaba Mäder, el último superviviente de la escapada, que acariciaba ya la victoria. Pero Roglic no tuvo compasión, no pensó en entrar a la rueda del ciclista suizo, no, fue a por la victoria, con hambre voraz, sin dudarlo ni un minuto. 


Cuando ya el resto de escapados (Powless, Amador, De Plus, Lutsenko, Bernard, Elissonde, De Gent, Bennett, Cattaneo, Perez, De la Cruz y Teuns) habían sido cazados o estaban camino de serlo y sólo Mäder marchaba por delante, los favoritos empezaron a animarse. A falta de 4,3 kilómetros del final Omar Fraile y Luis León Sánchez se pusieron a tirar para sus líderes del Astana, Ion Izagirre y Vlasov. Cuando restaba un kilómetro y medio para la meta Roglic aceleró la marcha y poco después volvió a moverse, con Schachmann a rueda. El corredor esloveno distanció a sus rivales, pero quería más, siempre más, y superó a Mäder a muy pocos metros de la meta. 


A falta de la etapa final de mañana, Roglic aventaja en 52 segundos a Schachmann, en 1:11 a Vlasov y en 1:15 a Izagirre. 



Hoy los organizadores de las dos pruebas han tenido al menos el detalle de no solaparse del todo, ya que la jornada en la carrera francesa ha terminado más de una hora antes que la italiana, lo que nos ha permitido seguir el final de la jornada reina de la carrera de los dos mares. Y tras la victoria del insaciable Roglic llegó el recital de Tadej Pogacar. 


El trabajo del UAE en pos del vigente ganador del Tour en la ascensión final a Prati di Tivo dejaba claro que el corredor esloveno tenía ganas de fiesta. Poco margen les daba eso a Canola, Vingebo, Bais, Thomas y Wurtz, componentes de la escapada del día.  Poco después fue el Ineos de Bernal el que se puso a endurecer el ritmo, lo que daba a entender que el equipo británico también lo iba a probar. Y así fue: a falta de poco menos de ocho kilómetros atacó Bernal, en su camino de recuperación tras su gris 2020, pero Pogacar se pego a su rueda sin inmutarse. Poco después lo probó Thomas, quien de nuevo fue seguido por el corredor esloveno. 


Marchaba sólido hacia la victoria Pogacar cuando a falta de cuatro kilómetros lo probaron Bernal, Landa Y Yates. Pero Pogacar no se inmutaba. Seguía a su ritmo en cabeza. Quien pueda, que me alcance. Y, claro, nadie le alcanzó, por más que lo intentó Yates. Por detrás, Van Aert, vestido de líder, intentaba perder el mínimo tiempo posible, aunque en meta cedió 45 segundos. Bernal y Thomas pagaron el esfuerzo de sus ataques y cedieron ante el resto de favoritos


Tras su exhibición de hoy, Pogacar saca 35 segundos a Van Aert e Higuita, 38 segundos a Landa, 41 segundos a Quintana y 45 segundos Almeida. 

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