Bernal sentencia el Giro


El día que Egan Bernal demostró que era el corredor más fuerte del Tour de hace dos años, la climatología forzó a cambiar el recorrido de aquella etapa montañosa. Se tuvo que suspender una etapa en la que el ciclista colombiano arrasaba a sus rivales y marchaba camino de un triunfo parcial que no pudo sumar, pero aquel día demostró quién mandaba ahí. Hoy, dos años después, en el Giro del regreso triunfal del mejor Bernal, de aquel ciclista poderoso y temible, lleno de talento y valentía, la historia se ha repetido, al menos un poco. 


Comenzó el día con la noticia de que la etapa reina del Giro se convertía más bien en la etapa infanta. A causa del mal tiempo previsto, con nieve en algunas de las cimas, fueron anuladas las ascensiones a Fedaia y Pordoi. Fue una decisión de los organizadores, así lo indicó RCS en un comunicado. El riesgo de los descensos era excesivo. Pese a la decepción comprensible, es relativamente común que algunas etapas de montaña del Giro tengan que variar su recorrido a última hora por la climatología. Tampoco creo que debamos hacernos los sorprendidos por el hecho de que la organización haya hecho todo lo posible por mantener la meta allí donde estaba establecido, ya que cobra por ella. Los ciclistas aseguran que ellos no han pedido este recorte de la etapa, pero tampoco sería descartable que la decisión de los organizadores se haya tomado pensando en un posible plante de los corredores. Los organizadores se podrán equivocar o acertar, pero naturalmente intentan hacer lo que consideran que es mejor para su carrera. Nadie quiere que los corredores, los grandes protagonistas de este circo, no lo olvidemos, pongan en riesgo su integridad física. 


Fue una pena que la etapa de mermara de esa forma, pero el nuevo recorrido, que preservaba la ascensión al Passo Giau, era igual para todos. Y en esa etapa reformulada Egan Bernal ha vuelto a arrasar. Salvo sorpresa mayúscula, el corredor colombiano va a sumar su segunda gran vuelta y su primer Giro el próximo domingo en Milán. Nadie contempla otro escenario. Sólo una caída, una pájara o alguna hazaña de sus rivales en las etapas montañosas que quedan por delante podrían evitarlo. Dos etapas, dominio en todos los terrenos, dejando a todos sus adversarios en la subida a Giau, a cinco kilómetros del final. Bernal es el más fuerte con una diferencia extraordinaria. Nadie amenaza su dominio. Es difícil que alguno de sus rivales siga pensando en ganar este Giro.


Atacó Bernal a cinco kilómetros de la cima del Passo Giau y dejó a todos sus rivales. Él solo camino de la victoria, de un nuevo triunfo colosal para sentenciar la carrera. Tan sobrado llegó Bernal que se tomó su tiempo para quitarse el chubasquero del Ineos y entrar en meta con su maglia rosa. Perdió algunos segundos ahí, pero quiera la foto de rosa. Cuesta pensar que Bernal vaya a echar de menos esos segundos que ha podido dejarse hoy. Su victoria, otra vez más, ha sido extraordinaria. Ahora Bernal aventaja en 2:24 a Damiano Caruso, en 3:40 a Hugh Carthy, en 4:18 a Alexandr Vlasov, en 4:20 a Simon Yates, en 4:31 a Giulio Ciccone y en 5:02 a Romain Bardet. Si alguna carrera es propicia para las sorpresas ésa es el Giro, pero se antoja altamente improbable que alguien ose amenazar el liderato de Bernal. Pero es que incluso aunque estuvieran dispuestos a intentar una acción kamikaze, no parece que estén en condiciones de hacerlo. Sólo parece que la mala suerte podría separar a Bernal del triunfo en en Giro. El regreso del corredor colombiano es una noticia soberbia para el ciclismo. Hubo quien quiso darlo por muerto el año pasado. Está vivito y coleando. 


Antes del huracán Bernal, que no pudimos ver porque se fue la retransmisión televisiva a causa precisamente de la situación climatológica, se formó una escapada de mucho nivel con Almeida, Formolo, Nibali, Pedrero, Izagirre y Ghebreigzabier, a quienes siguieron por detrás Bouchard, Bouwman, Brambilla, Dina, Fabbro, Fortunato, Großschartner, Hirt, Kangert, Martin, Roche, Rubio, Ulissi, Vanhoucke, Vervaeke, Villella, Visconti y Zoccarato.


En el pelotón, el EF de Carthy se puso a tirar, lo que hizo que Yates se descolgara y dejó el grupo de los favoritos reducido a su mínima expresión. Entonces atacó Bernal, sobradísimo, y se acabó lo que se daba para los fugados que seguían en cabeza y para el resto de aspirantes a ganar el Giro. Desde hoy, seamos realistas, más bien aspirantes al podio de la carrera. Evenepoel, que se descolgó muy pronto, ahora es decimonoveno en la general a 28 minutos del ganador. 

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