Bernal y Evenepoel se reafirman como máximos favoritos




El ciclismo, como la vida, nunca para. Las carreras no se detienen a llorar por los caídos ni a analizar lo que pasó ayer, miran hacia adelante. Sin Mikel Landa, pero también sin Pavel Sivakov, François Bidart ni Joe Dombrowski, partió la sexta etapa del Giro, primer día serio de montaña, por los Apeninos, con final en alto. Un día en el que la lluvia volvió a hacer acto de presencia y en en que Egan Bernal y Remco Evenepoel han confirmado que están fuertes, un escalón por encima de sus adversarios, y Gino Mäder ha logrado una gran victoria de etapa que ha podido dedicar a su jefe de filas, Landa, quien hoy ha llegado ya al hospital de Vitoria. Una jornada en la que, de nuevo, la diferencias entre los hombres fuertes de la general han sido escasas, pero en la que se pueden confirmar ya algunas primeras conclusiones.


Egan Bernal está de vuelta. El ciclista colombiano no parece estar aún en su mejor versión, la que asombró al mundo en el Tour de hace dos años, pero sí se muestra como el ciclista más fuerte en la montaña de este Giro. Igual que ocurrió en la etapa del martes, en la que controló sin problemas a sus rivales, hoy ha vuelto a mostrar quién manda aquí. Primero, poniendo a su equipo a tirar del grupo y a endurecer la carrera, de la mano de Ganna, otra vez en el papel de gregario de lujo, y de Castroviejo, siempre impecable en su trabajo de equipo. Después, a tres kilómetros para la meta, el Ineos lanzó por delante a Daniel Felipe Martínez, un movimiento que era el anticipo del ataque de Bernal, que efectivamente llegó algo después, aproximadamente a un kilómetro y medio de la meta. 


Era el momento de la verdad. No se escondía. Bernal llegó al Giro confiado, pero con algunas dudas por saber cómo respondería su espalda al esfuerzo de la carrera italiana. De momento no hay rastro aparente de molestias. El ataque del ciclista colombiano fue poderoso y sólo pudieron seguirlo Giulio Ciccone, que está haciendo una carrera soberbia, y Remco Evenepoel. La presencia del ciclista belga en el corte deja claro que él también ha venido a ganar el Giro y que se encuentra en condiciones de luchar por la maglia rosa. Confirmado, la perla del Deceuninck-Quick Step, que regresaba a la competición diez meses después de su espantosa caída en Il Lombardía, sin hacer disputado una sola carrera antes, ha respondido sin problemas al demarraje de Bernal y hasta ha exhibido un cierto control de la situación, sin entrar a dar relevos, por más que se lo pedía Bernal. Ese tercero terminó siendo un cuarteto, ya que llegó a su altura Daniel Martin, otro que de momento está exhibiendo un magnífico estado de forma. 


Bernal y Evenepoel son los dos ciclistas más fuertes de este Giro, mientras que el corredor que aparecía como uno de los grandes favoritos a la victoria hace solo unos días, Simon Yates, ha cedido otra vez un puñado de segundos. Dos etapas montañosas y dos días en los que Yates no ha podido estar a la altura de Bernal. La general se va aclarando. El líder hasta hoy, De Marchi, se descolgó muy pronto y ha cedido la maglia rosa, que va a parar a Valter Attila, del Groupama-FDJ, otro componente de la fuga bidón del martes. Pero en realidad la general de los favoritos la encabeza ya Evenepoel, segundo a once segundos de Attila. 


Evenepoel aventaja en cinco segundos a Bernal, en trece segundos a Vlasov, en 27 segundos a Carthy, en 30 segundos a Ciccone, en 36 segundos a Dan Martin y en 38 segundos a Yates. Diferencias, en fin, mínimas, pero representativas de lo que se ha visto hasta ahora en la carrera.






El triunfo de etapa se lo llevó Gino Mäder. El ciclista suizo del Bahrein, que en condiciones normales tendría que hacer condicionado sus opciones a los intereses de Landa, ha entrado hoy en la fuga del día, liberado y decidido a ganar en nombre de su líder. Fue clave en su triunfo el trabajo que hizo para él su compañero Mohoric, también en la fuga. Junto a ellos, entraron en la escapada Bouchard, Cataldo, Guglielmi, Janssens, Mohoric, Mollema y Ravanelli. Por detrás saltaron Bettiol, Ciccone y Bardet, que se sumaron al grupo delantero.  



Mañana, en principio, día para velocistas. 


Además del Giro, se siguen disputando otras pruebas. Hoy ha sido el turno del primer trofeo de la Challenge de Mallorca, el Trofeo Calviá, que se ha llevado el sudafricano Ryan Gibbons, del UAE.


Y hoy también se ha corrido la Clásica a Navarra femenina, bajo una inclemente lluvia. Día durísimo de ciclismo en el que ha logrado una sensacional y agónica victoria Annemiek Van Vleuten. La ciclista del Movistar atacó a falta de tres kilómetros para el final y logró llegar victoriosa en solitario a meta. En solitario, pero acechada por Demi Vollering, que estuvo a punto de alcanzarla. 

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