Merlier estrena al Alpecin en el Giro




Las grandes vueltas tienen días de tensión, ataques y alternativas, y también días tranquilos en los que no sucede gran cosa. El de hoy en el Giro ha sido de los segundos, aunque incluso así ha tenido sus puntos de interés. Jornada llana con previsible final al sprint, sin más alicientes que las batallas de las clasificaciones secundarias, los sprint intermedios y, claro, la volata final. Hemos podido ver imágenes de charlas en el pelotón principal hasta mucho más cerca de la meta de lo habitual. Guión previsible, sin nervios ni emociones, pero también, afortunadamente, sin caídas ni grandes contratiempos, hasta con momentos atractivos.


El sprint final ha sido de descomunal. Lo lanzó muy, muy lejos Tim Merlier, del Alpecin-Fenix, el equipo de Van der Poel, el mejor conjunto de la segunda división del ciclismo. Ha sido un triunfo soberbio del ciclista belga, que se ha impuesto a Nizzolo, Viviani y Groenewegen. Es la cuarta victoria del año para Merlier. Una victoria inmensa. 


En esos planos de las charlas de los ciclistas reflejados en el pelotón con los que se ha deleitado la realización de la carrera, sin duda, el corredor más buscado por las cámaras ha sido de Remco Evenepoel. Él es el gran protagonista de la carrera, de él habla todo el mundo. ¿Puede de verdad ganar el Giro? ¿Estará en condiciones de semejante gesta tras diez meses sin competir por la terrible caída que sufrió en Il Lombardía? Es muy pronto para sacar conclusiones, pero el gran rendimiento que firmó ayer en la contrarreloj inicial es una buena señal, al menos, de su ambición, y hoy el corredor belga también ha entrado en el segundo sprint intermedio, bonificado con tres, dos y un segundo. La victoria fue para Ganna, más líder, pero Evenepoel terminó segundo y se llevó dos segundos. Algo menor, desde luego, un detalle nimio, pero que hace que hablemos aún más del joven corredor del Deceuninck-Quick Step. De entrada, lo de meterse en un sprint bonificado en el que la máxima  pueden ser tres segundos en la general indica que Evenepoel empieza la prueba con muchas ganas y hambre de protagonismo, pero no nos dice nada aún, es demasiado pronto, sobre si estará o no en condiciones de luchar por la general, en una prueba que presenta muy duras etapas de montaña. El tiempo dirá. 


El gran nombre propio del Giro, sin duda, es Evenepoel, pero la etapa de hoy ha tenido otros protagonistas, como Filippo Tagliani, Vincenzo Albanese y Umberto Marengo, los tres ciclistas italianos que formaron la fuga del día, los primeros en pasar por los pueblos teñidos de rosa que, como es tradición en Italia, se engalanan para recibir a su carrera. Albanese, del Eolo de Contador, ganó el sprint en la tachuela de cuarta categoría, lo que le permite ser el primer líder de la montaña de la carrera. Después tuvo problemas con un pinchazo y fue cazado por el pelotón antes que sus dos compañeros de fuga. 


Otro de esos momentos atractivos del día, contados con los dedos de una mano, ha sido el primer sprint intermedio, en el que se repartían los puntos en la lucha por la general de la regularidad, la de la maglia ciclamino. Viviani, Sagan y Gaviria entraron en ese sprint, en el que los ciclistas se han hecho un lío, porque han esprintado en la pancarta de 40 kilómetros y no en el sprint, que estaba un kilómetro más allá. El sprint fake lo ganó Viviani, pero el primero que pasó de verdad por la pancarta auténtica fue Gaviria, quien se ha visto cerrado en el sprint final. La lucha por la maglia ciclamino tendrá, pues, como mínimo tres aspirantes. Buena noticia para el espectáculo. 


Quien no ha podido disputar esta jornada tranquila ha sido Krists Neilands (Israel Start-Up Nation), que no tomó la salida porque ayer sufrió una caída yendo al hotel. 


Mañana, tercera etapa, con varias cotas cerca de meta que pueden seleccionar al pelotón de cara al esperado final al sprint. 

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