Llevamos ya 13 etapas de Giro y aún no hemos vivido ningún gran día de montaña. Eso cambiará mañana, y de qué manera, ya que la corsa rosa llega al Zoncolan, una de esas ascensiones míticas, la más legendaria de este Giro. Es un puerto que impone respeto a los ciclistas y atrae a los aficionados sólo con escuchar su nombre. Allí terminará la jornada de mañana, primer día de alta montaña de este Giro, la ocasión que espera Egan Bernal para demostrar su superioridad respecto a sus rivales en su terreno, y que esperan sus adversarios, en especial Vlasov, para medir sus opciones de superar al hasta ahora intocable líder de la carrera.
A la espera del Zoncolan y toda la montaña que viene, la jornada de hoy era de las últimas oportunidades para los velocistas, así que el guión estaba escrito. En Verona terminaba la etapa, llamada a resolverse al sprint, pero que ha tenido emoción ante final porque Edoardo Affini, en teoría, lanzador de Groenewegen, aceleró mucho. Parecía que estaba preparándole la llegada al velocista del Jumbo-Visma, pero en realidad estaba atacando. Y vaya ataque. A punto estuvo de sorprender al gran grupo, que había estado jugando al gato y al ratón con los fugados, casi de forma cruel, porque durante muchos kilómetros los mantuvieron con apenas diez segundos de renta, viéndoles perfectamente, sabedores de su destino, pero sin terminar de darles caza.
El gran grupo echó abajo la aventura de Pellaud, Rivi y Marengo, primero, y el valiente ataque de después de Affini. Por cierto, los tres escapados se han entendido más bien poco, con constantes ataques entre ellos y bastante mal rollo. Fueron pocos, sólo tres, y no del todo bien avenidos.
Después llegó la volata. Fue un sprint raro, emocionante y roto, en el que se impuso Giacomo Nizzolo, campeón de Europa y de Italia, un ciclista con un amplio número de victorias, pero la primera que consigue en el Giro, la carrera de cada. Es su segundo triunfo del año tras imponerse en la Clásica de Almería. No es una victoria más. Significa mucho ganar en el Giro para cualquier ciclista, no digamos ya para un corredor italiano.
Mañana, lo dicho, llega el Zoncolan. Mañana será la séptima etapa con final en este coloso en la historia del Giro. Hasta ahora han ganado en este puerto Gilberto Simoni (2003 y 2007), Ivan Basso (2010), Igor Antón (2011), Michael Rogers (2014) y Chris Froome (2018). Mañana será el escenario del primer duelo de alta montaña entre los aspirantes a ganar este Giro. Bernal llega al Zoncolan como líder destacado, con una posición muy sólida, pero sin haber demostrado aún esa misma superioridad en la montaña, porque apenas ha habido alta montaña en esta carrera hasta ahora. Será un día clave, sobre todo, si Bernal manda en el Zoncolan tanto como ha hecho hasta ahora.
Hoy también se ha disputado la cuarta etapa de la Vuelta a Andalucía, que ha ganado Andre Greipel y donde Superman López sigue como líder a falta de una etapa, y la segunda etapa de la Vuelta a Burgos femenina. Allí ha ganado Anastasilia Chursina, quien ha hecho buena su escapada. La nueva líder de la carrera es Elisse Chabey.
Anastasilia Chursina
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