Padun repite y el Ineos resiste


Lo que hizo ayer Mark Padun al ganar la muy exigente séptima etapa del Dauphiné tuvo mucho mérito. Repetir victoria 24 horas después, en una nueva jornada de alta montaña, tras imponerse a sus compañeros de fuga, sin aprendes síntomas de cansancio, muy sobrado, claramente superior a todos, alcanza otra dimensión. Para el corredor ucraniano de 24 años, está edición del Dauphiné marca un Antea y un después. Sabíamos ya de su calidad, pero ganar estas dos etapas de forma consecutiva son palabras mayores. Al cruzar la línea de meta y encontrarse con personal de su equipo, el Bahrein-Victorious, se veía a Padun negando con la cabeza, incrédulo, incapaz de asumir lo que acababa de logra en la prueba que suele considerarse como la antesala del Tour. Una auténtica salvajada. 


Padun ganó en solitario, con tiempo de soltar para festejar la victoria mucho antes de llegar al final, celebrándolo con el coche de su equipo y con el público. Venía de dejar atrás a sus compañeros de fuga, Guillaume Martin, Rolland, Elissonde, Barguil, Madouas, Armée, Politt, Godon, Sweeny, Vingegaard, Bernard, Erviti, Bonnamour, Arcas y Konrad. Nada más empezar a subir el imponente Joux Plane se quedaron por delante Martin, Padun y Konrad, poco antes de que Padun se fuera solo y ya nadie lo pudiera alcanzar. 


Mientras, del grupo del líder saltaron Hermans y Quintana. Tras ellos fue Kruijswijk, valiente, que los superó con mucha fuerza y se marchó  hacia adelante, aunque terminó siendo neutralizado. También lo probaron, sin éxito duradero, Superman López y Jack Haig, ambos cazados igualmente. 


En el descenso del coloso Joux Plane se cayó Thomas, lo que dejaban al líder, Richie Porte, sin compañeros. Fue un momento de minicrisis para el Ineos, que el equipo británico solventó bien. Ni Porte ni Thomas se pusieron nerviosos. El primero aguantó bien ante los demarrajes de varios de sus rivales, como Ion Izagirre o Lutsenko. Y el segundo tiró de garra para alcanzar al grupo del líder. Aún tuvo fuerzas para ponerse de nuevo al servicio de Porte y garantizar así la victoria en la general para su compañero y el tercer puesto del podio para él. También subió al cajón, al segundo puesto, Lutsenko. Poco más dejó la etapa, en la que O’Connor adelantó algunas posiciones en la general gracias a un ataque en la parte final. 

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