Tour de Francia 2021: El recorrido

 

En dos días comienza la 108 edición del Tour de Francia. La carrera más mediática del mundo, a la que todas las personas asocian el ciclismo, el momento del año en el que este deporte atrae a más espectadores, sean o no aficionados el resto del año. El Tour, la prueba más grandiosa y desmesurada en todo. Llega el Tour y lo hace con Tadej Pogacar como vigente ganador de la carrera y con su compatriota Primoz Roglic deseoso de vengarse ante el joven del UAE, tras perder ante él la edición del año pasado, que prácticamente se daba por sentenciada, en la contrarreloj del penúltimo día. Todo ello, con Richard Carapaz como jefe de filas de un Ineos que afirma que correrá al ataque. Mañana hablaremos más en detalle de los contendientes de esta Grande Boucle, pero hoy es turno de analizar el recorrido de la carrera, que comienza una semana antes de lo habitual porque esta temporada los Juegos Olímpicos de Tokio condicionan el calendario. 


En Brest comenzará este año el Tour, con un recorrido muy escarpado, con seis cotas, incluida la Côte de la Fosse aux Loups, de tercera categoría, en la que concluirá la etapa y se decidirá el primer líder de la carrera. 3 kilómetros al 5,7% donde conoceremos al primer portador del maillot amarillo. 

La segunda etapa también será agitada  también concluirá en alto, en el Muro de Bretaña, catalogado de tercera categoría (2 kilómetros al 6,9% de desnivel medio). 

Hasta la tercera etapa tendrán que esperar los velocistas para poder disputar un triunfo de etapa, algo que en teoría también sucederá el día siguiente. 


Cuarta etapa, nueva ocasión para el sprint. 
La etapa 5 es quizá la primera de gran relevancia para la general, aunque desde luego no es descartable que alguno de los favoritos se deje ver e intenta sacar alguna diferencia a sus rivales en las dos primeras jornadas. Esta quinta etapa es una de las contrarrelojes individuales que incluye el Tour este año, 27,2 kilómetros de lucha contra el crono que marcarán las primeras diferencias entre los aspirantes a ganar la carrera. 

Sexta etapa, de nuevo, con un recorrido más bien llano en el que el guión no escrito dicta que viviremos una escapada y un final al sprint. 
El viernes 2 de julio los ciclistas tendrán una primera toma de contacto con la montaña. Dos puertos de cuarta categoría, dos de tercera y, sobre todo, uno de segunda, jalonan la etapa más larga de la carrera de los últimos 21 años. Jornada previa al primer día de alta montaña de esta edición. 
El segundo fin de semana de carrera trae consigo la montaña. Esta octava etapa, entre Oyonnax y Le Grand Bornard, plantea un recorrido exigente con el encadenado final de Mont-Saxonnex (5,7 kilómetros al 8,3%), Col de Romme (8,8 kilómetros al 8,9%) y la Colombière (7,5 kilómetros al 8,5%), todos ellos, de primera categoría. 
Antes del primer día de descanso, nueva cita de mucha dureza con la montaña. Supondrá el regreso del Tour a Tignes, tras la suspensión de parte de la etapa en 2019, a causa de una tormenta. Será una de esas etapas para ver enteras en televisión. Domingo, 4 de julio. De seguido, prácticamente desde la salida, hay un constante sube y baja con la Côte de Domancy (de segunda, con 2,5 kilómetros al 9,4%), Col des Saises (de primera, con 9,4 kilómetros al 6,2%), Col du Pré (de categoría especial, con 12,6 kilómetros al 7,7%), Cormet de Roselend (de segunda, con 5,7 kilómetros al 6,5%) y Montée de Tignes (de primera, con 21 kilómetros al 5,6%). 
El martes 6 de julio, el día previo a San Fermín, volverá a ponerse en marcha el Tour, que el día previo habrá disfrutado de su primera jornada de descanso. Será una etapa propicia para el sprint con final en Valence
La etapa 11 cambia por completo el escenario y volverá a ofrecer recorrido de mucha dureza para ver batalla entre los aspirantes a ganar la carrera. Cinco ascensiones a lo largo de los 198,9 kilómetros de recorrido, incluida una doble ascensión al Mont Ventoux, por distintas vertientes. La primera, con 22 kilómetros y un desnivel medio del 5,1%, y la segunda, catalogada de categoría especial, con 15,7 kilómetros al 8,8%. 
Nimes acogerá el final de la etapa 12, con previsible final al sprint. 
Y de Nimes saldrá la decimotercera etapa, destino a Carcassonne, con un recorrido de 219,9 kilómetros. Una de esas etapas que, sobre el papel, se antoja un tanto sosa para los espectadores. 
La media montaña de la decimocuarta etapa, con dos puertos de tercera categoría y tres de segunda, será el anticipo de las jornadas de montaña que llegarán los días posteriores. 
El Tour visitará Andorra en la etapa 15, previa a la segunda jornada de descanso de la carrera. Será una etapa dura, con un puerto de segunda categoría y tres de primera. El último de ellos será Beixalis, con 6,4 kilómetros de recorrido y un desnivel medio del 8,5%. 
Tras descansar, también en Andorra, el Tour volverá a Francia en la decimosexta etapa, que parece propicia para ver batalla entre los aspirantes a ganar la general. El Col de Port (11,4 kilómetros al 5,1%), el Col de la Core (de 13,1 kilómetros al 6,6%), el Col de Portet d'Aspet (5,4 kilómetros al 7,1%) son lo suficientemente exigentes como para que los favoritos se ataquen. 
La organización del Tour suele reservar para el 14 de julio, día de la fiesta nacional francesa, una jornada atractiva y este año no será distinto. De hecho, será una de las jornadas más apetitosas de este Tour, con el Peyresourde (13,2 kilómetros al 7%), el Val Louron-Azet (7,4 kilómetros al 8,3%) y el Col du Portet (16 kilómetros al 8,3%). 
La etapa 18 será la última oportunidad de los escaladores para sacar distancias en las jornadas de montaña, aunque no el último día clave de la carrera, ya que el Tour repetirá este año la opción de situar una contrarreloj individual el penúltimo día de competición. Dos colosos pirenaicos, el Tourmalet (17,1 kilómetros al 7,3%) y Luz Ardiden (13,3 kilómetros al 7,4%) prometen una jornada de mucho nivel y emoción. 
En la decimonovena etapa volverá a ser el turno de los velocistas que hayan sobrevivido a la montaña, o quizá de una fuga consentida. 
Tras lo ocurrido el año pasado, cuando Pogacar batió contra todo pronóstico a Roglic en la crono del penúltimo día, era lógico que ASO volviera a programar una crono el sábado previo al paseo triunfal de los supervivientes por los Campos Elíseos de París. Serán 30,8 kilómetros de contrarreloj, esta vez llana, en los que se decidirá todo lo que aún esté por decidir a estas alturas de la carrera. 
Desde un punto de vista estrictamente deportivo, uno de los días más aburridos del calendario ciclista. Desde cualquier otro punto de vista, una jornada bellísima, en la que las bicicletas llegan a París, el vencedor luce su maillot amarillo, los ciclistas que terminan su primer Tour "reciben" el carnet de ciclista y todos empezamos la cuenta atrás para el Tour del año que viene. Eso y, por supuesto, planear nuestro próximo viaje a París. 

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