No hay día tranquilo en este Tour de Francia. Durante buena parte de la etapa de hoy, es verdad, ha habido cierta calma, pero la amenaza del viento y la pelea por situar bien a los líderes en la general y a los aspirantes a ganar la etapa han provocado un final de mucha tensión, con abanicos incluidos. A diferencia de lo ocurrido en etapas precedentes, la fuga del día se formó rápido, compuesta por Hugo Houle (Astana) y Tosh van der Sande (Lotto-Soudal). El pelotón no les dio cuartelillo, dejándoles claro que no podrían aspirar a nada más que a lucir los maillots de sus equipos en cabeza durante tantos kilómetros como les fuera posible.
A falta de 30 kilómetros para el final, ya con los fugados neutralizados, aceleró el ritmo Julian Alaphilippe, esta vez, en labores de gregario. El campeón del mundo volví a hacer un enorme trabajo de equipo para Mark Cavendish, el maillot verde de este Tour, líder de la regularidad y ciclista que está a punto de igualar a Eddy Merckx en el número de victorias de etapa en la ronda gala. El trabajo del Deceuninck-Quick Step hoy ha sido de manual. El ciclismo es un deporte de equipo y hoy Alaphilippe, pero también Morkov y el resto de compañeros del velocista británico, se han volcado para dejar a Cavendish a las puertas de alcanzar la victoria número 34 en el Tour, lo que le permitirá igualar al caníbal. Igualar a Merckx en algo, lo que sea, es una proeza descomunal. Hacerlo en el número de triunfos parciales en el Tour son palabras mayores.
Cavendish, que salvó el fuera de control en la etapa del domingo por la mínima, ha alcanzado una nueva etapa, agrandando así su leyenda, un registro descomunal. Un muy emocionado y alegre Cavendish ha declarado en meta que hoy apenas ha tenido que hacer nada, porque su equipo le ha puesto en bandeja la victoria. Es cierto que el valor de los triunfos lo da el nivel de los rivales ante los que se consigue y hoy Cavendish se ha impuesto a un tal Van Aert.
Mañana a Cavendish, al igual que al resto de velocistas, le tocará sufrir otra vez. Llega una de las etapas más esperadas del Tour, con una doble ascensión al Mont Ventoux, por distintas vertientes. Día para comprobar cómo están de fuerzas los ciclistas que aspirarán a acompañar a Tadej Pogacar en el podio final de París.
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