Nueve años después de su último triunfo de etapa en el Tour, Alejandro Valverde ha vuelto a acariciar la gloria en la carrera francesa, hoy de visita a Andorra. A sus 41 años, el ciclista murciano del Movistar ha entrado en la escapada del día, una fuga numerosa y de mucho nivel, compuesta por más de treinta ciclistas, y respondió a todos los ataques de sus rivales, hasta que Sep Kuss aceleró en Beixalis, el último puerto del día, y Valverde no pudo seguir su ritmo. Lejos de tirar la toalla, el ciclista del Movistar, leyenda viva de este deporte, ha apretado cuanto ha podido en el descenso camino de Andorra la Vella, aunque finalmente no ha podido arrebatarle a Kuss el triunfo parcial, que es la primera victoria de etapa del ciclista estadounidense del Jumbo-Visma.
Una merecida victoria, además, especial para Kuss porque vive en Andorra y su mujer estaba allí apoyándole. Ha llegado tan exultaste a la meta que incluso ha lanzado sus gafas de sol al público. El Jumbo-Visma, que perdió muy pronto la opción de aspirar a ganar el Tour con Primoz Roglic, ha sabido reponerse de la pérdida de su líder y ya tiene dos etapas en este Tour y al tercer clasificado de la general (Vingegaard). A eso se le llama tener capacidad de reinvención.
¿Y qué decir de Valverde que no hayamos escrito ya? Reconozco que soy de los que, hasta hoy, se preguntaba por qué Valverde seguía en este Tour y no se retiraba para llegar un poco más fresco a los Juegos Olímpicos de Tokio, su última cita olímpica. Pero el ciclista murciano ha estado hoy a punto de ganar una etapa en el Tour, lo que hubiera sido una hazaña descomunal a sus 41 años. Es comprensible, pues, que no piense en la retirada del Tour, esa carrera con la que mantiene una relación de amor-odio. Además, Valverde está en un momento de su carrera en el que puede hacer lo que le dé gana, como le dé gana y cuando le dé la gana. Hoy ha mostrado estar en plena forma, como en sus mejores tiempos, respondiendo a cada ataque del grupo de fugados, fuerte, con muy buenas piernas, ambicioso, sin esconderse. Valverde, que podría ser el padre de Pogacar (41 años frente a 22), nos sigue haciendo vibrar. Cada pedalada, cada ataque, cada momento en el que es protagonista de una carrera debe ser festejado y admirado como merece. Es un gigante de este deporte. Una leyenda que tutea a los jóvenes que hoy mandan en el ciclismo mundial. Alejandro el Magno. Admirable.
Kuss ha sido el más fuerte de una escapada en la que se intuía la intención de los principales aspirantes al podio en este etapa. El Jumbo-Visma de Jonas Vingegaard metió al propio Sep Kuss, a Steven Kruijswijk y a Wout Van Aert, mientras que el Ineos de Richard Carapaz infiltró en la fuga a Jonathan Castroviejo y a Dylan Van Baarle. Parecía claro que Vingegaard y Carapaz intentarían distanciar hoy a sus rivales por el podio. También entraron En la escapada los tres ciclistas que aspiran a ganar la clasificación de la montaña: Michael Woods, Wout Poels y Nairo Quintana, a los que se sumó el citado Van Aert, quien esprintó los puntos en cada puerto, hasta que al final cedió y echó una mano a su líder. Tras la etapa de hoy, Poels vestirá el maillot blanco a puntos rojos de líder de la montaña, una clasificación en la que suma 74 puntos, frente a los 66 de Woods y los 64 de Quintana y Van Aert.
Junto a ellos, además del mencionado Valverde, los componentes de la escapada fueron Thomas De Gent, Rubén Guerreiro, Julian Alaphilippe, Vincenzo Nibali, Julien Bernard, Dylan Theuns, Sergio Henao, Dan Martin, Aurélien Paret Peintre, Kenny Elissonde, Lukas Pöstlberger, Mark Donovan, Matej Mohoric, David Gaudu, Ion Izagirre, Franck Bonnamour, Valentin Madouas, Pierre Latour, Bruno Armirail, Michael Matthews, Rubén Fernández y Davide Ballerini. Casi nada.
En el pelotón se pusieron a tirar el Ineos y el Movistar. La carrera pasaba entonces a tener dos etapas en una. De un lado, la lucha por el triunfo parcial, donde estuvo muy activo, con varios ataques, Nairo Quintana, aunque el colombiano mostró más voluntad que fuerza, más intención que piernas. La otra etapa era la de la general. A 47 kilómetros del final se descolgaron Castroviejo y Van Baarle, para ayudar a Carapaz. Cuando el grupo del líder coronó el penúltimo puerto del día, a Carapaz sólo le quedaba Thomas, pero justo después el grupo alcanzó a Van Baarle y Castroviejo, que hicieron un gran trabajo para el ciclista ecuatoriano.
En el descenso de Envalira se quedó cortado Guillaume Martin, al que no le dio tiempo ni a cerrarse el maillot. También se quedó Cattaneo, décimo en la general. El Cofidis mandó parar a Rubén Fernández, que estaba en la fuga, para echarle una mano al segundo clasificado de la prueba. Martin, que vivió un día de gloria la jornada anterior, ha sufrido hoy y ha pasado de la Segunda a la décima pasa de la general. Llegaba con poca fuerza y, además, cometió ese error de no cerrarse el maillot antes del descenso.
En la ascensión a Beixalis llegó el esperado ataque de Carapaz, al que respondió bien Pogacar. Vingegaard sufrió un poco más, pero también los siguió. Después llegaron a su altura Urán y Mas, primero, y el resto de hombres fuertes de la general, salvo Martin, que ha sufrido mucho. O’Connor aprovechó un parón para atacar, pero no llegó muy lejos. Vingegaard lanzó otro demarraje, que respondió sin problemas Pogacar, igual que el segundo intento del danés. También lo probó Urán, con el mismo resultado. Intocable Pogacar. Ni siquiera van con él estos ataques, porque cuenta con una renta enorme como para inquietarse con cada demarraje, pero ha podido hacerlo y ha detenido cada golpe. Se mantiene pétreo, de una solidez insultante. En el descenso se lanzó Enric Mas, que vive en Andorra y conoce bien la zona, pero tampoco hacia abajo perdió contacto el todopoderoso líder de la carrera.
Pogacar saca 5:18 a Urán, que pasa a ser segundo. Como decimos cada día, el Tour está más que sentenciado en la lucha por el maillot amarillo, pero eso no impide que haya emoción y espectáculo cada día. Urán aventaja en 14 segundos a Vingegaard, en 15 segundos a Carapaz, en 40 segundos a O’Connor, en 58 segundos a Kelderman, en 1:43 a Lutsenko y en 1:53 a Mas. Completan el top 10 Guillame Martin y Peio Bilbao.
Mañana, jornada de descanso en Andorra, día para analizar lo que queda por delante en este Tour.
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