Roglic cede el liderato a Taaramäe




Cuando faltaban unos 40 kilómetros para el final y el grupo de los escapados aventajaba en más de nueve minutos al pelotón, reconozcámoslo, todos pensábamos que la etapa de hoy, la primera jornada de montaña de la carrera, estaba siendo decepcionante. El grupo de los favoritos parecía hacerse desentendido un poco de la jornada de hoy. Pero el primer contacto con la montaña siempre deja algunas conclusiones importantes y hoy no ha sido una excepción. En lo que se refiere a la lucha por la general, hoy ha quedado claro que Richard Carapaz, que viene de ser tercero en el Tour y de ganar la prueba en línea de los Juegos Olímpicos, no parece en condiciones de disputar la general. Que Primoz Roglic no ha tenido ni que inmutarse ante los ataques de sus rivales. Que Adam Yates está en plena forma y compartirá galones en el Ineos con Egan Bernal, quien ha cumplido hoy también, igual que sucede en el Movistar con Enric Mas y Miguel Ángel López, para quienes ha trabajado Alejandro Valverde en la subida final al Picón Blanco. Y que Mikel Landa viene a la Vuelta con ganas de dar la batalla. 


Vamos por partes. La escapada del día, a la que el pelotón dio su consentimiento desde el principio, la formaron Antonio Jesús Soto (Euskaltel), Tobias Bayer (Alpecin), Lilian Calmejane (AG2R), Kenny Elissonde (Trek), Julen Amezqueta (Caja Rural), Rein Taaramae (Intermarché), Jetse Bol (Burgos-BH) y Joe Dombrowski (UAE). 


A falta de 16 kilómetros para la meta, el Bahrein-Victorious de Mikel Landa se puso a tirar, aunque duró poco. Consciente de que se ponía muy complicado ganar la etapa, ya que el pelotón reducía a marchas forzadas la diferencia, Calmejane atacó cuando quedaban 14 kilómetros para el final y siete para el comienzo del puerto, pero no pudo sorprender a sus rivales. El más fuerte de la fuga fue Rein Taaramäe, que diez años después de su anterior victoria de etapa en la Vuelta ha alzado hoy los brazos y se ha llevado, además, premio doble: etapa y liderato.


Al Jumbo-Visma de Roglic no le importaba lo más mínimo perder hoy el maillot rojo de líder. Prefiere que sean otros los que asuman la responsabilidad. Sobre todo, en esta primera semana de carrera, que será menos exigente de lo habitual en la Vuelta. El Intermarché-Wanty tiene una opción real de conservar el liderato unas cuantas etapas, con el prestigio y la visibilidad que eso aporta, mientras que la escuadra de Roglic podrá ir un poco más tranquila. Todos contentos. 


Cuando restaban tres kilómetros para el final atacó David De la Cruz, que perdió tiempo ayer por culpa de la caída, y tras él saltó Adam Yates, otro que también se dejó tiempo en la jornada precedente. Carapaz sufrió tras estos movimientos. Ya había perdido contacto con el grupo un poco antes, pero estos demarrajes fueron definitivos y en meta ha perdido un minuto con el resto de hombres fuertes de la general. Queda mucha Vuelta, pero entraba dentro de lo razonable pensar que Carapaz, con el agotamiento propio del Tour y los Juegos, no llegaba en plenitud de condiciones a la Vuelta. Tanto física como mentalmente es duro afrontar un reto así tras aquellos logros en Francia y Japón.  Sin Carapaz, la jefatura de filas en el Ineos la comparten ahora Yates, que hoy ha atacado un par de veces, y Bernal, que ha aguantado con el grupo de los mejores sin aparentes apuros. 


Otro equipo que ha estado muy activo hoy ha sido el Movistar. Valverde dijo que venía aquí a ayudar a sus líderes y lo ha demostrado con creces. El murciano marcó un ritmo muy exigente en el grupo delantero, lo que hizo que otros rivales sufrieran y, sobre todo, que Carapaz no pudiera darles caza. En los últimos metros aceleró Enric Mas y, poco después, Miguel Ángel López. Está por ver cómo es el entendimiento entre los dos líderes del Movistar, igual que pasa con los dos del Ineos. Si están fuertes y se entienden bien, desde luego, ambos equipos tienen posibilidades de ser los grandes animadores de la carrera y buscar alternativas. De la estrategia de amigos equipos puede depender en gran medida el futuro de la carrera. 


Sólido ha estado también el Bahrein-Mérida de Mikel Landa, para quien ha trabajado su escuadra, en especial, un magnífico Mark Padun. Landa ha entrado en el grupo de los mejores, junto a los ya mencionados Roglic, Superman López, Alejandro Valverde, Mikel Landa. Egan Bernal, Adam Yates, Giulio Ciccone. Por su parte, Hugh Carthy cedió 24 segundos. 




Ahora la general queda encabezada por Taaramäe,  con una ventaja de 25 segundos sobre Elissonde y de 30 segundos con Roglic. El esloveno cuenta con 15 segundos de renta sobre Mas, 16 segundos sobre López, 27 segundos sobre Valverde, Ciccone y Bernal 39 segundos sobre Landa. El tópico de que la primera etapa de montaña de una gran vuelta no sirve para saber quién ganará la carrera pero sí para tener claro quién no lo hará se ha cumplido una vez más. Carapaz no parece en condiciones de luchar por el maillot rojo y ésa es la gran noticia del día, junto a la sensacional victoria de etapa del veterano Taaramäe. 




Mañana, previsible final al sprint en Molina de Aragón. 

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