Así será el Tour de Francia (masculino y femenino) en 2022



ASO, la empresa organizadora del Tour de Francia, ha presentado hoy el recorrido de la edición de la carrera el próximo año. Mejor dicho, los recorridos, ya que el próximo año se disputará por primera vez en muchos años un Tour de Francia femenino de una semana. El 24 de julio será un día especial en París, una jornada histórica para el ciclismo, ya que coincidirán en la capital francesa la etapa final del Tour masculino y el comienzo del Tour de Francia Femmes. Tras varias ediciones de La Course by le Tour de France, la carrera femenina de un día, la ronda gala se sube al fin con decisión a la ola del ciclismo femenino, que no para de crecer. Lo hace, además, con la muy acertada decisión de enlazar la prueba masculina con la de las mujeres, lo que ayudará a impulsar la atención mediática de la carrera femenina.

Vamos por partes. El recorrido del Tour 2022 se presenta muy atractivo para todo el mundo salvo para los puristas del kilometraje, que ya han puesto el grito en el cielo porque las etapas son muy cortas. Ay. Luego, claro, cuando una etapa llana de 200 kilómetros resulta aburrida, también se quejan, mientras que se ponen de perfil cuando una jornada montañosa que apenas llega a los 100 ofrece un enorme espectáculo. Claro que el ciclismo es un deporte de resistencia, de fondo, y por supuesto que el cansancio acumulado en las piernas de los ciclistas es un factor a tener en cuenta en una vuelta de tres semanas, pero concederle tanta importancia al kilometraje de las etapas es un error. Supone, creo, no entender que el ciclismo ha cambiado y que hoy una jornada alpina de 90 kilómetros puede ser tan espectacular o más que otra de 200. Supone también asumir que el kilometraje lo es todo, como si no hubiéramos visto ya suficientes ejemplos de lo contrario. Y también supone no aceptar que, de forma razonable y legítima, los organizadores de las grandes vueltas quieren que las etapas puedan ser atractivas de inicio a fin. Ahora todas las etapas del Tour se emiten íntegras por televisión y eso necesariamente  debe implicar algunos cambios en los recorridos. Yo no lloraría tanto, en fin, por los kilómetros perdidos y me centraría más en preguntarme si el recorrido planteado por el Tour para su edición de 2022 ofrece suficiente terreno para que nos divirtamos y haya pelea entre los favoritos. Creo que la respuesta es claramente sí. Al menos, de entrada. 

El Tour recorrerá cuatro países (Dinamarca, Bélgica, Suiza y Francia). Por primera vez en cinco años, la carrera comenzará con una contrarreloj individual. Será de 13 kilómetros y recorrerá las calles de Copenhague. Esa primera etapa será el viernes 1 de julio, ya que el Tour tendrá un día más de descanso, para hacer el traslado desde Dinamarca a Francia. Tras ese día de traslado, y después de una jornada destinada a los velocistas en Calais, llegará la quinta etapa, una de las etapas más atractivas de la carrera, en la que se recorrerán varios tramos de la París-Roubaix. Serán once tramos empedrados que suman más de 20 kilómetros. Creo que es un acierto del Tour que va en línea del ciclismo moderno, ese que protagonizan corredores espectaculares y competitivos en todos los terrenos. El viernes 8 de julio, en la séptima etapa, llegará el primer final en alto de la carrera, en La Planche des Belles Filles, de grato recuerdo para Tadej Pogacar y nefasto para Primoz Roglic.

La segunda semana de carrera incluirá dos etapas muy exigentes en los Alpes: la undécima, con final en Granon tras subir el Telegraph y el Galibier, y la duodécima, en la que se subirán el Galibier, la Croix de Fer y Alpe d’Huez. El Tour ha reservado suficiente dureza para la semana final, con la intención de evitar que la carrera quede resuelta tan pronto como lo hizo este año. Para esa semana final ha planteado dos finales en alto en los Pirineos, en la etapa 17, con final en Peyragudes tras subir el Aspin, Horquet Anzizan y Val Louron, y la 18, que terminará en el Hautacam y también incluye las ascensiones al Aubisque y al Spandelles. Además, el penúltimo día se disputará una crono individual de 40 kilómetros con final en Rocadamour donde se resolverá todo lo que esté aún pendiente a esas alturas de carrera.



El domingo 24 de julio, las calles de París se engalanarán de amarillo para recibir a los supervivientes y homenajear al vendedor de la prueba, sí, pero también para acoger la salida de Le Tour de France Femmes avec Swift. Serán ocho etapas, ninguna de ellas contrarreloj, con un recorrido atractivo. El ciclismo femenino lleva varios años ganando protagonismo y reconocimiento. Sin duda, esta primera edición del Tour femenino está llamada a ser un punto de inflexión.

Marion Rousse estará al frente de esta carrera, que comenzará en París y encadenará otras dos etapas, en teoría, destinadas a las velocistas, antes de la cuarta etapa, en la que las ciclistas deberán subir siete puertos. También la sexta etapa tendrá un par de puertos, aunque la organización ha reservado las dos etapas más duras de la carrera para los dos últimos días. La séptima etapa, incluye las subidas a Petit Ballon (9,3 kilómetros al 8,1%), Platzerwasel (7,1 kilómetros al 8,3%) y el Grand Ballon (13,5 kilómetros al 6,7%). Para el día final quedará la ascensión a La Super Planche des Belles Filles, con siete kilómetros de subida al 8,7%, tras ascender Esmoulières y Ballon d’Alsace. 

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