21 ciclistas de 2021 (VI): Julian Alaphilippe

 

Dicen que el maillot arcoíris tiene una maldición, que quien lo porta sufre ese año toda clase de desgracias, que no le resulta nada sencillo ganar, como si el peso de ser señalado como el campeón del mundo, de deslumbrar a la distancia de tal manera, fuera insoportable. La presión de vestir de arcoíris es una realidad, no una leyenda, pero hay quien la lleva mejor que otros. Hay corredores que parecen haber nacido para portar este maillot, para ir de arcoíris por el mundo. Sin duda, Julian Alaphilippe forma parte de esta categoría. Corredor carismático y combativo donde los haya, nunca pareció desagradable tener los focos sobre él, siempre quiso esa atención que sólo despiertan los más grandes.


La temporada 2021, Alaphilippe “sólo” ha conquistado cuatro victorias, pero vaya victorias: una etapa de la Tirreno-Adriático, la Flecha Valona, una etapa del Tour de Francia donde volvió a ponerse de líder el primer día y el campeonato del mundo, por segundo año consecutivo. A todo ello hay que sumar su espíritu aguerrido, su entrega, su capacidad de dinamitar cada carrera en la que participa. Alaphilippe ha vuelto a ser uno de los grandes animadores de la temporada, uno de esos corredores a los que es imposible no amar si se ama de verdad el ciclismo.

Además de volver a portar el maillot amarillo en el Tour, que se ha vuelto ya casi una tradición para el ciclista del Deceuninck-Quick Step, su gran momento este año fue, claro, su victoria en el Mundial de Flandes. Partía como candidato y defensor del título, pero no como máximo favorito. Tras varios intentos y demarrajes, Alaphilippe lanzó su ataque definitivo a 21 kilómetros del final, en la cota de San Antoniusberg, punto clave del recorrido. Entonces se fue en solitario y lanzó una apuesta que parecía suicida, pero que terminó encumbrando al corredor francés y permitiéndole extender un año más su imperio mundial en el ciclismo. Contó en meta que el público belga le decía cosas poco amables, pero que eso le ánimo todavía más para recorrer en solitario la última vuelta al circuito y entrar victorioso a la línea de meta. Una victoria con el sello de Alaphilippe, alocada, osada, genial. Un triunfo que le permitirá seguir atrayendo todas las miradas hacia su flamante maillot arcoíris de campeón del mundo.

Mañana, Anna Kiesenhofer.

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