Lutsenko inaugura la Clásica Jaén Paraíso Interior


La creación de una carrera ciclista es siempre una buena noticia. Si además presenta un recorrido tan atractivo y un planteamiento tan espectacular como la Clásica Jaén Paraíso Interior, es una noticia excelente. Es difícil hacerlo mejor que los promotores de esta nueva prueba de un día, lanzada por el seleccionador nacional de ciclismo, Pascual Momparler, y que cuenta con el apoyo de la Diputación de Jaén y de RCS, el grupo editor de Marca. 

Pintaba muy bien todo lo que íbamos conociendo de los planes para esta clásica, emitida por Teledeporte, pero hasta que no viéramos a los ciclistas en acción no podíamos confirmar que, en efecto, esta clásica jienense nace con vocación de continuidad y con mucho a su favor para enamorar a los aficionados del ciclismo. Una prueba con 3.100 metros de desnivel acumulado, con siete tramos de sterrato, rodeados de esos mares de olivos tan característicos de esta zona de España y, además, con un circuito final, lo que ha hecho que los aficionados de Úbeda, donde estaba situada la meta, pudieran ver pasar a los ciclistas varias veces. Lo dicho, impecable, difícil hacerlo mejor. Un sobresaliente para la organización. 

El único pero es que la participación no haya sido de mayor nivel. La carrera, a imagen y semejanza de la Strade Bianche, tiene suficiente dureza y espectacularidad como para atraer a grandes clasicómanos y adelantar así la llegada de la primavera ciclista. Seguro que en próximas ediciones atraerá a más corredores y equipos de primer nivel. Este año, sólo seis escuadras de la primera división han sido de la partida. Entre ellos, el Astana de Alexey Lutsenko, quien se ha mostrado como el ciclista más fuerte de la carrera, que se lleva a su casa el primer torneo en forma de Oliva de la clásica andaluza. 

Nadie ha podido impedir la arrolladora victoria del ciclista kazajo del Astana, que el año pasado logró una etapa del Dauphiné y la Coppa Agostoni, y que lleva desde 2018 ganando el UCI Asia Tour. A 44 kilómetros, en el quinto tramo de sterrato, se fue hacia adelante Lutsenko. No le pudo seguir Tim Wellens (Lotto-Soudal), quizá el gran favorito en la salida. Lutsenko fue alcanzado por Lennard Kämna (Bora) y Connor Swift (Arkea) justo antes de que empezara el penúltimo tramo. Enseguida se sumó a ellos también Wellens. A 25 del final volvió a marcharse Lutsenko y esta vez ya fue la definitiva. Tomó tanta ventaja que incluso se pudo permitir un contratiempo en el último tramo de sterrato, en el que tuvo que echar pie a tierra. 


Poco después del ataque decisivo de Lutsenko llegaron a la altura del grupo perseguidor el belga Loïc Vliegen (Intermarché) y el francés Thibault Ferasse (B&B). Los perseguidores sólo pudieron disputarse los otros los puestos del podio, que fueron para Wellens y Vliegen. Ellos han sido los protagonistas de una carrera preciosa a la que le deseamos una larga vida.  

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