Houle se exhibe y Vingegaard resiste los ataques de Pogacar


Tadej Pogacar es un hombre de palabra. Dino ayer en el último día de descanso del Tour que aprovecharía cualquier ocasión para atacar e intentar recortar tiempo con Jonas Vingegaard y hoy, en la primera etapa pirenaica de la ronda gala, lo ha cumplido. El ciclista esloveno ha intentado sin éxito poner en aprietos al corredor danés, sólido líder de la carrera. Lo probó un par de veces en el Port de Lers, penúltimo puerto del día, pero el corredor del Jumbo-Visma se soldó a su rueda sin problemas. Después, en la ascensión al Mur de Péguère, se quedaron solos el propio líder, con su gregario Kuus, junto a Pogacar y Nairo Quintana, dejando atrás al resto de hombres fuertes de la general, aunque después hubo reagrupamiento de la mayoría de ellos.


Conclusión: Vingegaard es un hueso muy duro de roer, pero Pogacar no va a dejar de intentarlo hasta el final. Por lo demás, la etapa ha regalado varios momentos de gran intensidad y también ha dejado importantes diferencias entre algunos de los aspirantes al podio. La lucha por la etapa ha estado en la fuga que formaron casi de salida 28 corredores: Vlasov, Powless, Madouas, Caruso, Teuns, Mcnulty, Jorgenson, Van Aert, Houle, Velasco, Gallopin, Daniel Felipe Martínez, Storer, Owsian, Woods, Geschke, Gorka Izagirre, Bouet, Grossschartner, Gilbert, Bissegger, Gougeard, Barthe, Le Gac, Burgaudeau, Honoré, Eekhoff y Wellens. Después saltaron a por ellos, en solitario, Matthews y Simmons, quien por cierto se ha afeitado la barba y hoy resultaba casi irreconocible, pero no llegaron a su altura.


Dos nombres destacan en esa fuga: el de Hugo Houle, que ha ganado la etapa tras dar una exhibición en solitario en la parte final y se la ha dedicado a su hermano que falleció atropellado por un conductor ebrio hace diez años, y el de Alekxandr Vlasov, que era el mejor clasificado en la general y ha escalado hasta la octava posición.   


Del top 10 de la general sale Enric Mas, al que hoy le ha penalizado esto que tanto tiempo se le lleva pidiendo, ir al ataque. El Movistar, que había metido a Jorgenson y a Izagirre en la fuga, se lanzó con otros tres ciclistas (el propio Mas, Carlos Verona y Gregor Mühlberger) al ataque en el penúltimo puerto del día. Mas llegó a alcanzar un minuto de ventaja respecto al grupo del líder, pero terminó siendo cazado y acabó perdiendo tiempo en meta. Ahora es undécimo a 12:45 del líder.





Otro damnificado del día ha sido Romain Bardet, que empezaba la jornada con el podio a tiro de piedra y la terminó noveno a 6:37. El día ha sido un calvario para Marc Soler, que arrastró  problemas de estómago y se quedó cortado muy pronto. Llegó a meta fuera de control tras darlo todo para intentar seguir en carrera y ayudar a su líder Pogacar.



Mañana, nueva cita con los Pirineos, propicia para ataques desde lejos por el encadenado de puertos. 

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