Tadej Pogacar ha ganado hoy su tercera etapa en esta edición del Tour, la novena ya en esta carrera, pero ha vuelto a ser incapaz de soltar a Jonas Vingegaard, cada vez más cerca de lograr la victoria en la general. Quizá ha sido el triunfo más agridulce del esloveno. Por supuesto, está feliz, y debe estarlo, porque ha logrado un triunfo de etapa, pero también algo frustrado, porque se choca una y otra vez contra la pared. Incluso hoy, que el UAE ha sido capaz de aislar al líder, Pogacar no ha podido descolgar al danés. Sólo le ha arañado cuatro segundos gracias a la bonificación en meta.
La etapa empezó con un nuevo varapalo para el UAE de Tadej Pogacar, la retirada por un problema muscular de Rafal Majka tras el incidente con la cadena del día anterior. El equipo, ya mermado, se quedaba con apenas cuatro ciclistas. Lo último que podía esperarse ante este panorama es que el equipo de Pogacar fuerza capaz de dejar solo a Vingegaard, gracias al excelente rendimiento de dos gregarios que hoy han dado una lección, Mikkel Bjerg y, sobre todo, Brandon McNulty.
Desde muy pronto se ha visto que el triunfo de etapa hoy sería cuestión de los hombres de la general. Tras muchos intentos de fuga, Pinot y Lutsenko abrieron algo de hueco respecto al pelotón en el Col de Aspin. Tras ellos saltó un grupo amplio que logró alcanzarlos en el que estaban Konrad, Teuns, Verona, Leknessund, Urán, Geschke, Mühlberger, Hamilton, Van Baarle, Zimmermann, Perichon, Simmons, Ciccone y Juul Jensen. En la parte final de esa ascensión atacó Bardet, que tenía dos compañeros en la escapada.
Adam Yates se descolgó en Hourquette d’Ancizan. En ese puerto fue donde el UAE destrozó la carrera. Se quedaron solos Vingegaard y Pogacar con un gregario cada uno (McNulty y Kuus), más Geraint Thomas. Nadie más. Y sin ningún ataque. Bardet, que marchaba por delante tras su ataque, intentó aguantar en ese grupo, pero no lo logró. A 4 kilómetros de la cima se quedó Kuss y dejó sin compañero al líder. A 3 kilómetros se descolgó Thomas. Lo probó Pogacar cuando se acercaba la cima pero no sorprendió al líder.
Los tres de cabeza afrontaron la ascensión final al Peyragudes con McNulty siempre al frente y sin ningún ataque de Pogacar, que pensaba ya más en el triunfo de etapa. Lo logró gracias a su mayor punta de velocidad, pero Vingegaard sale muy reforzado de la etapa de hoy porque ya ha superado con nota dos de las tres etapas pirenaicas en las que Pogacar podía ponerlo en apuros.
Mañana, traca final en los Pirineos con Aubisque, Spandelles y Hautacam.
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