Antonio Pedrero ha logrado una victoria sensacional en la tercera y última etapa del Tour de l’Ain. Ha sido un triunfo especial por muchas razones. Porque siempre es especial ganar y este triunfo es el primero de la temporada para el corredor catalán del Movistar. Porque la victoria llega en un momento delicado para su equipo, necesitado con urgencia de puntos para conservar la primera categoría del ciclismo mundial tras una temporada decepcionante para ellos. Y, además, ha sido un triunfo especial por la forma en la que lo ha conseguido Pedrero, a lo campeón, yendo al ataque desde la salida.
Pedrero entró en la fuga inicial junto a Sylvain Moniquet y a Julian Alaphilippe. Ninguno de los dos pudo seguir su ritmo. Primero cedió Moniquet y después hizo lo propio el campeón del mundo. Aunque la ventaja de Pedrero respecto al grupo del líder se fue reduciendo, primero por el trabajo del Trek y el UAE y después por sucesivos ataques como el de George Bennett, el ciclista de Tarrasa logró mantenerse al frente y su victoria no llegó a peligrar en ningún momento. Pedrero llegó a ser líder virtual de la carrera durante buena parte de la etapa, aunque al final ha concluido quinto. Una victoria enorme.
Guillaume Martin ha sabido sufrir para conservar su liderato y llevarse la general. Mattias Skjelmose Jensen y Rudy Molard han acollados al francés del Cofidis en el podio final.
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